Las ondulantes pinceladas de Vincent van Gogh
Sin duda, alguna vez has escuchado hablar del famoso pintor holandés que se cortó una oreja, de aquel que pese a su genialidad y talento terminó en un manicomio. También has visto por lo menos un par de veces una pintura llamada Noche estrellada, esa en la que los edificios son retorcidos y el cielo tiene espirales.
Pero ¿Sabes quién fue Vincent van Gogh? Hoy te contaremos un poco sobre él. Nació el 30 de marzo de 1853 en Groot-Zunder, hijo de un pastor protestante holandés. Vincent van Gogh padeció de muchos problemas físicos debido, en parte, a la pobreza y a la desnutrición. Fue adicto a la caña de ajenjo, peligrosa bebida narcótica popular a finales del siglo XIX.
Parece ser que padeció sífilis, tinnitus, envenenamiento por plomo, síndrome de Meniere y de epilepsia. Sus dos hermanos murieron jóvenes y su hermana, Wilhelmina, pasó la mayor parte de su vida en un asilo mental. Con veintisiete años ya había trabajado en una galería de arte, dado clases de francés y estudiante de teología y evangelizador entre los mineros de Wasmes, en Bélgica.
Sus experiencias como predicador se pueden observar en sus primeras composiciones sobre campesinos, de las cuales la más conocida es la tosca y directa Los comedores de papas (1885), uno de los diez únicos grabados que el pintor hizo a lo largo de su carrera.
Oscuras y sombrías, a veces descarnadas, sus primeras composiciones ponen en evidencia el intenso deseo de expresar la miseria y los sufrimientos de la humanidad tal y como él los vivió entre los mineros de Bélgica.
En 1886 viajó a París para vivir con su hermano Théo van Gogh, que era marchante de arte, allí se familiarizó con los nuevos movimientos artísticos que estaban en pleno desarrollo. Recibió gran influencia de la obra de los impresionistas y por la de los grabadores japoneses como Ando Hiroshige y Hokusai, comenzó a experimentar con las técnicas de la época. Más adelante adoptó los brillantes matices pictóricos de artistas franceses como Camille Pissarro y Georges Seurat.
En 1888 abandonó la capital francesa para trasladarse al sur de Francia con la esperanza de atraer allí a algunos de sus amigos y fundar con ellos un Taller del Mediodía. Bajo el sol ardiente de la Provenza, pintó escenas rurales, cipreses, campesinos y otras características de la vida de la región.
Durante ese periodo en el que vivió en Arles, empezó a utilizar las pinceladas ondulantes y los amarillos, verdes y azules intensos relacionados con obras tan conocidas como Dormitorio en Arles (1888) y Noche estrellada (1889). Son también de esta época Descargadores en Arles (1888) y Les Vessenots en Auvers (1890) Para él todos los fenómenos visibles, los pintara o los dibujara, parecían estar dotados de una vitalidad física y espiritual.
Logró contagiar su entusiasmo al pintor Paul Gauguin, al que había conocido en París, para que fuera a verle a Arles. Tan sólo les duró dos meses la paz y la armonía ya que después empezaron a tener violentos enfrentamientos que culminaron en una pelea en la que Van Gogh, fuera de sí, amenazó a Gauguin con una navaja; esa misma noche, sumido en un profundo remordimiento, Van Gogh se cortó parte de la oreja.
Pasó algún tiempo internado en un hospital de Arles y un año en el manicomio de Saint-Rémy, situado en esa misma región. Durante ese periodo siguió trabajando entre los varios ataques de locura que sufrió. Más tarde pasó tres meses en Auvers atendido por un médico cordial cuyo retrato pintó (El doctor Paul Gachet, 1890).
Inmediatamente después de acabar su inquietante Cuervos sobre el trigal (1890), se disparó un tiro en el estómago el 27 de julio de 1890. A pesar de su herida se arrastró de vuelta a la casa en Auvers-sur-Oise, donde murió dos días después en brazos de su hermano Theo.
"Yo arriesgué mi vida por mi trabajo, y mi razón siempre fue menoscabada": estas son las palabras de Vincent en su última carta encontrada en su bolsillo en Julio 29, 1890.
Fuente: http://imparcialoaxaca.mx, Publicado por Agencias el Miércoles 29 de marzo de 2017 - 09:03:47