Células madre para tratar la sordera
La hipoacusia o pérdida de audición puede sobrevenir por motivos conductivos, a menudo tratable, y que aparece cuando se rompe el tímpano, se acumula cera en el oído externo, hay infecciones frecuentes o se queda líquido dentro tras una de ellas, entre otros.
Asimismo, existe también la hipoacusia neurosensorial, aquella producida por una lesión en las terminaciones nerviosas del oído que conducen el sonido. Es un tipo de patología difícilmente tratable para la que se están llevando a cabo investigaciones con células madre para sordera.
De este modo, un grupo de investigadores del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Sheffield ideó una forma para utilizar las células madre en la audición, transformando células madre embrionarias de personas en células del oído, que se trasplantaron en jerbos sordos.
Transcurridas cuatro semanas, observaron que éstos recuperaban la audición en un 46% lo que supone una esperanza en la búsqueda de la cura para la sordera. Este estudio enfocado a buscar una cura con células madre para personas que han perdido la audición es un paso que permite seguir avanzando en esta dirección ya que si un paciente perdió las células ciliadas podrían ser sustituidas por estas células madre para la sordera y así poder volver a tener audición.
Según explicó uno de los investigadores, estas células se producen en las etapas de desarrollo de una persona, por lo que si se han perdido cuando se es adulto no se pueden regenerar. Es por ello que regresaron a las primeras etapas de su desarrollo en el embrión para poderlas identificar, aislar y crear en un laboratorio. Se trata de comprobar que, efectivamente, es posible reconstruir el oído interno con células madre y poder recuperar, de esta forma, la audición en caso de padecer una sordera.
Otras investigaciones sobre el uso de células madre para la sordera
También la Universidad de Indiana se ha dedicado a ello a través de investigaciones. Uno de los trabajos realizados, publicado en la revista Nature, logró transformar células madre de embriones de ratón para crear estructuras del oído interno.
A través de estos estudios se conocen más posibilidades para poder recuperar este sentido en ocasiones perdido y poder solucionar patologías relacionadas con la sordera, el equilibrio o desarrollar nuevos tratamientos para otras enfermedades relacionadas.
Esta investigación consistió en cultivar células madre en tres dimensiones y programarlas para que se desarrollaran en el epitelio sensorial del oído interno, formado por las anteriormente comentadas células ciliadas y que también incluye células de sostén y neuronas, y que son las encargadas de captar el sonido, la gravedad y los movimientos que se hacen con la cabeza.
El equipo se mostró sorprendido al comprobar que las células madre se comportaban como si supieran cómo transformarse en distintos tipos de células del oído interno y sabían organizarse de manera similar a éste con el cultivo realizado en 3D. Por otro lado, investigadores también de Estados Unidos estudiaron la posibilidad de trasplantar sangre del cordón umbilical para tratar y paliar la pérdida de audición de tipo neurosensorial en un bebé.
En ocasiones puede suceder que un recién nacido pierda su capacidad auditiva durante el nacimiento o posteriormente, debido a diversas causas como falta de oxigeno, dosis altas de antibiótico, un traumatismo o incluso un ruido fuerte. Esta patología afecta a seis de cada 1.000 niños y actualmente no hay tratamiento más allá de los audífonos o un implante coclear.
Con estos estudios para aplicar células madre se pretende que las estructuras del oído que han resultado dañadas se puedan recuperar y se pueda oír con normalidad. La investigación con células madre de cordones umbilicales se están realizando para algunas lesiones y parálisis cerebrales o enfermedades del pulmón y el riñón.
Por su parte, científicos de la Universidad de Kyoto han descubierto una células que aparentemente continúan viviendo tras el nacimiento de un bebé; hasta el momento, se pensaba que la formación de las células en el oído concluía del todo cuando el feto se estaba formando.
De esta manera, se podrían utilizar estas células para la regeneración de otras similares en adultos, una investigación esperanzadora una vez más en el uso de células madre en la sordera. La pérdida de audición afecta a muchas personas en todo el mundo, con los problemas derivados que todo ello conlleva.
Los niños presentan mayores complicaciones a la hora de aprender o entender el lenguaje, esto puede derivar en una falta de integración social entre sus compañeros y una posterior falta de autoestima del pequeño, que se puede sentir triste al verse aparentemente aislado del resto.
En los adultos sucede algo similar, puesto que la dificultad o imposibilidad de escuchar con nitidez una conversación o un sonido puede generar problemas anímicos en la persona que lo sufre debido a que no es capaz de comprender a quienes lo rodean porque no logra escuchar.
Fuente: audifonos.org.es