Los autores han evaluado las resonancias magnéticas funcionales de 18 adultos sanos en dos sesiones separadas: una después de una noche de sueño normal y otra después de una noche en la que el paciente había sufrido una privación de sueño.
Durante ambas sesiones los participantes fueron sometidos a una tarea emocional en la que debían visualizar imágenes que inspiraban emociones potencialmente negativas e imágenes potencialmente positivas. Los escáneres mostraron que la privación del sueño amplificaba hasta un 60 por ciento la anticipación de los centros emocionales del cerebro.
Además, encontraron que los pacientes que experimentaban una privación del sueño más fuerte eran los más ansiosos. Estos resultados exponen que la ansiedad podría elevar de forma significativa la disfunción emocional y el riesgo de sufrir privación del sueño durante la noche.
Los investigadores han explicado que "la anticipación es un proceso muy importante de la actividad cerebral. Nuestros resultados demuestran que tras una noche en la que se produce una pérdida de sueño se alteran las funciones del cerebro, especialmente la ansiedad de cada persona"
Fuente: diariomedico.com