¿Cómo se puede mejorar la circulación en el oído interno?

El oído interno participa en la audición y las funciones de equilibrio del cuerpo. Está formado por un laberinto de tubos semi-circulares llenos de líquido y terminaciones nerviosas conectadas al cerebro.

Ambos oídos poseen un oído interno que permite la audición en ese lado del cuerpo y suministra las instrucciones de equilibrio para ambos lados. La pérdida de la audición, los zumbidos en los oídos y los mareos, son las afecciones más comunes derivadas de este órgano. Patologías menos comunes son crecimientos como tumores e infecciones bacterianas y virales del oído interno.


Mejorar la circulación puede ayudar a aumentar la efectividad de otros tratamientos médicos para estas patologías.

Haz que circule la sangre

1 - Limita el consumo de tabaco, alcohol, drogas recreativas y algunos medicamentos recetados. 

Todas estas sustancias pueden producir vasoconstricción, problemas con la presión sanguínea y arritmias cardíacas. Estas sustancias también debilitan el sistema inmunológico, haciéndote más susceptible a virus e infecciones que pueden establecerse en tu oído interno. 

2 - Mantén un peso saludable. 

El sobrepeso te pone en riesgo de padecer enfermedades cardíacas, lo que disminuye la circulación en todo tu organismo, y también te pone en riesgo de padecer diabetes, que destruye los pequeños vasos sanguíneos como los que tienes en el oído interno.

3 - Haz ejercicio regularmente. 

El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo de tus extremidades y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y ataques. Algunas personas que han sufrido un ataque pueden desarrollar acúfenos y pérdida de la audición relacionados con esta patología.

4 - Utiliza protectores para los oídos cuando estés expuesto a ruidos fuertes. 

Estos dañan las pequeñas terminaciones nerviosas del oído interno, que van muriendo lentamente y disminuyen la cantidad de sangre que fluye dentro del oído interno. Al proteger los nervios auditivos también proteges la circulación que llega al oído interno.

5 - Coloca compresas frías en la parte posterior de tus oídos. 

El oído interno se ubica profundamente dentro del cráneo por detrás de las orejas. Colocando un paño humedecido con agua tibia por detrás de la oreja y mantenerlo en el lugar hasta que se enfríe, estimularás la circulación en esa zona. El calor relaja los músculos, los vasos sanguíneos y los tejidos. Asegúrate de que el agua que uses esté tibia, no demasiado caliente, y repite esta operación tan a menudo como lo desees.

6 - Practica técnicas de relajación como yoga o meditación. 

El estrés restringe la circulación y debilita el sistema inmunológico. Cuando estás bajo un gran estrés puedes notar que no escuchas bien así como también puedes sentir que pierdes el equilibrio. Reducir el estrés en tu vida o aprender a liberarlo y a manejarlo puede aumentar la circulación en tus oídos.

Consejos y advertencias

Hacerte controles anuales de audición puede alertarte sobre las patologías del oído tempranamente.
Si tienes dolor, mareos, sensación de presión o de oídos tapados, pérdida de la audición, picazón, secreciones o zumbidos en los oídos, consulta con tu médico.


Los pacientes que sufren de acúfenos, zumbidos constantes u ocasionales en los oídos, advierten que éstos se vuelven más intensos cuando hay vasoconstricción. Nunca dejes de tomar los medicamentos recetados sin consultar con tu médico.

Si sospechas que alguna medicación te está provocando efectos secundarios relacionados con el oído, comúnmente acúfenos o pérdida de la audición, conversa con tu médico sobre la posibilidad de cambiarla.

Fuente: ehowenespanol.com