Ruido y pérdida de audición


Cuantos más sonidos altos se escuchen, mayor será la probabilidad de dañar la capacidad de audición. En la vida moderna estamos rodeados de ruido por todas partes.

A las personas no nos gustan los ruidos altos o los sonidos intensos. Nuestros oídos son estructuras delicadas y complejas que se dañan con facilidad. Estamos expuestos al ruido en el trabajo, al ruido del tráfico en la calle y escuchar música o ir a clubes nocturnos o conciertos donde el volumen es demasiado alto.


Un nivel de ruido continuo de 85 dB producirá daños de audición. Este es el nivel de sonido del tráfico intenso. Los martillos de aire comprimido producen un nivel de sonido de unos 100 dB y los conciertos de rock casi siempre alcanzan los 110-120 dB, la misma intensidad de sonido se puede producir fácilmente en los auriculares cuando escucha el estéreo.

No hace falta ni mencionar los niveles de ruido en muchas escuelas y jardines de infancia. La exposición al ruido y los sonidos intensos pueden producir dos tipos principales de pérdida de audición: concretamente, desviación de umbral temporal y permanente.

La desviación de umbral temporal se experimenta principalmente como una disminución de la resonancia a la percusión en la audición después de una exposición a ruidos fuertes. La audición se recuperará posteriormente, dependiendo de la intensidad del ruido y del tiempo que ha estado expuesto. La desviación de umbral permanente se experimenta por primera vez 48 horas después de una exposición a ruido excesivo.

La desviación de umbral permanente puede producirse si ha estado expuesto a ruidos excesivos de forma regular durante periodos prolongados. También puede producirse si se expone a niveles de sonido muy elevados durante un periodo corto. Este tipo de pérdida de audición normalmente seguirá aumentando hasta cinco años después de la exposición al ruido.

La exposición a ruido y a niveles de sonido altos puede dar lugar a Tinnitus, un sonido constante en los oídos y la cabeza.

Fuente: hear-it.org