Los analgésicos sin receta médica como la aspirina y el paracetamol pueden provocar pérdida de audición si se toman con frecuencia. En particular, los hombres jóvenes tienen más riesgo de padecer pérdida de audición por este motivo.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard entre otras instituciones, indica que los analgésicos de libre acceso pueden tener efectos nocivos sobre la audición. En particular, los hombres más jóvenes deberían tener más cuidado, ya que el estudio muestra que son los varones más jóvenes los que tienen mayor riesgo de padecer pérdida de audición.
Más joven, más riesgo
El estudio sostiene que consumir analgésicos, al menos dos veces por semana, puede duplicar el riesgo de padecer una pérdida de audición de moderada a severa al llegar a los 50 años. Los hombres menores de 59 años que tomaban aspirina habitualmente tenían un 33 por ciento más riesgo de sufrir pérdida de audición, en comparación con aquellos que no ingerían aspirinas regularmente.
Los investigadores observaron también que no existía relación entre el consumo de aspirina de forma regular y la pérdida de audición en hombres de más de 60 años.
Destacan especialmente los datos observados con el consumo de paracetamol o acetaminfén. El estudio muestra que los hombres menores de 50 años que ingieren paracetamol de forma habitual tienen un 99 por ciento más probabilidad de tener pérdida de audición. En otras palabras, el riesgo de pérdida de audición se duplica.
Los hombres de 50 a 59 años tenían un 38 por ciento más probabilidad de tener una discapacidad auditiva, mientras que aquellos de más de 60 años tenían un riesgo del 16 por ciento, en comparación con los no consumidores de este analgésico.
El estudio
Los investigadores analizaron los datos recopilados de los estudios académicos del “Health Professionals Follow-up Study” entre 26.000 hombres, durante un periodo de 18 años, junto con un cuestionario sobre la medicación para el dolor. Definieron el uso habitual de estos fármacos en un consumo de dos a tres veces por semana.
En el análisis, los resultados se ajustaron con otros factores que podían afectar a la audición, entre los que se incluía, la edad, la raza, el índice de masa corporal, el consumo de alcohol, el consumo de ácido fólico, la actividad física, el tabaco, la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o los altos niveles de colesterol.
Fuentes: www.hear-it.org, www.heraldsun.com.au