El síndrome tensional es muy común en nuestra sociedad. Cada vez son más las personas que sufren de este tipo de afección por estrés. La sintomatología es bastante clara: Zumbido en los oídos, dolor de cabeza y cuello.
El síntoma más característico y molesto es sin duda el zumbido en los oídos. El paciente lo suele describir como si se le taponara el oído y comienza un pitido que no cesa, pudiendo cambiar de intensidad de volumen. Es el más molesto porque limita la concentración e incluso el descanso, llegando a ser desesperante y agotador.
Detrás de este zumbido se encuentran también otros síntomas como dolor de cuello o de cabeza. El paciente describe un fuerte dolor en la nuca, que generalmente está producido por una o varias contracturas, además de sentir "crujir" los huesos del cuello.
El dolor de cabeza o cefalea, es uno de los síntomas más preocupantes además del zumbido. Generalmente el dolor es frecuente, en algunos casos todos los días o varias veces a la semana. Este dolor está producido por un Bloqueo de la primera vértebra, el "Atlas".
Este bloqueo ejerce una compresión del nervio suboccipital de Arnold, que emerge de entre la primera vértebra cervical y el occipital y luego recorre la cabeza de atrás hacia adelante, llegando a la frente. Al comprimir el nervio produce un dolor neurálgico en la frente. El dolor en la nuca o cuello, puede estar producido por una o varias contracturas, debido a la tensión prolongada y repetitiva.
Si el paciente sufre de dolor de cabeza continuo, dolor de cuello y el "crujir" de los huesos de la nuca, junto con un zumbido en los oídos, es que estamos ante un Síndrome Tensional. Otros síntomas que debemos tener en cuenta, que nos indican ya un estado avanzado de la afección, son las parestesias, los vértigos y los mareos.
Las parestesias u Hormigueos:
En este caso, se producen en las manos, estando habitualmente en la cama. Algunos pacientes se despiertan con la sensación de no sentir sus extremidades, tienen que cambiar de postura y esperar durante unos minutos hasta que se les pase el hormigueo para poder seguir durmiendo. También en muchas ocasiones, se les Hormiguea las manos y los dedos a lo largo del día.
Los mareos:
Los pacientes los definen de forma poco clara, no es como los vértigos, que son como una sensación rotatoria, sino más bien como una sensación de inestabilidad, de pesadez, de caminar sobre algodones.
Los Vértigos:
En casos en los que la afección está muy avanzada, ocupan el papel principal del Síndrome. Sensación rotatoria, como si nuestra cabeza girase sin parar y sin poder controlarlo, llegando incluso a veces al desmayo. Estos vértigos, suelen producirse después de una semana de mareos, dolor de cabeza y cuello, zumbidos etc.
Causas:
Antes de diagnosticar el Síndrome, debemos de descartar otras posibles patologías, como sinusitis, tumor cerebral, patologías relacionadas con el oído etc. Debe siempre acudir a su médico y comentarle los síntomas que padece, para que este pueda valorar, realizar un estudio y así diagnosticar el problema.
Colchón de muelles:
Si recientemente el paciente ha estado durmiendo en un colchón de muelles, es posible que esa sea la causa. Este tipo de colchón tiene como característica empujar las partes más livianas del cuerpo hacia arriba. Generalmente los pacientes sienten dolor en la zona intermedia de la espalda y cuello al despertar, que a los pocos minutos va cesando.
Aunque el dolor cese en unos minutos, todo esto, día tras día, va generando alteraciones ósteo-musculares, y a los 3 o 6 meses el Síndrome Tensional eclosiona y comienzan a aparecer los síntomas.
Colchón demasiado duro o de alta densidad:
Estos colchones de una densidad mayor a 18 cm, son demasiado duros y no se ablandan de forma uniforme, sino que se deforman con el tiempo, adoptando, en la mayoría de las ocasiones, la silueta de la persona. Al no poder moverse libremente a causa de este "molde" restrictivo, se van produciendo alteraciones ósteo-musculares como ocurre con el colchón de muelles.
Almohadas demasiado duras o altas:
Este tipo de almohadas, aparte de poder producir Síndrome Tensional, pueden causar contracturas cervicales por el mal posicionamiento del cuello. Al igual que los colchones como en las almohadas, los músculos masticatorios, la musculatura cervical, los hombros y la parte alta de la espalda, se contracturan.
Si los músculos masticatorios padecen de tensión prolongada, producen una disfunción de la articulación temporo-mandibular, que se puede detectar como un click cuando se abre y se cierra la boca y por dolor en la musculatura de la mandíbula. Si no se diagnostica y se corrige, puede producir a la larga Luxación de la mandíbula al bostezar (Dislocación) y fuertes dolores de oído.
Otras posibles causas:
La emocional:
Bien sabido es, que el estrés, puede alterar nuestro organismo de forma catastrófica y en todos los aspectos existentes. El estar en continúa tensión y en estado de alerta, nos puede producir contracturas en la zona cervical y dorsal de la espalda, y también en la mandíbula, produciéndonos con el tiempo el Síndrome Tensional. Otra de las causas emocionales, es el Reprimir emociones.
El reprimir emociones de forma consciente, hace que nuestro poderoso sub-consciente atrape el problema, y te lo transmita a través de cierta sintomatología. "Los órganos lloran las lágrimas, que los ojos se niegan a derramar" (Sir William Osler). El no saber, el no querer o no poder expresar estas emociones se llama No asertividad y genera una actividad anormal visceral, llamada Distonía Neurovegetativa.
Tratamiento:
Lo primero que debemos hacer es corregir lo más sencillo, es decir, cambiar de almohada o de colchón. No deben ser ni demasiado duros, ni demasiado blandos. Deben sostener las partes más pesadas del cuerpo sin ceder o deformarse.
Por otra parte en el momento de elegirlo debes pensar si duermes en pareja, pues al dormir necesitas comodidad, ya que rotarás más veces de las que piensas durante el sueño, por lo tanto al dormir en pareja deberás pensar en un tamaño grande, el ancho deberá ser de entre 1.50 y 1.60 cm.
La única manera de que puedas saber con certeza, que será el colchón adecuado para ti, es probarlo en la tienda. Pruébalo recostándote.
Estiramientos y deporte moderado.
Los estiramientos son importantes, mejoran la elasticidad del músculo y ayudan ante los acortamientos de estos por contracturas. También es importante los ejercicios de tonificación para fortalecer el músculo.
Calor en las zonas contracturadas
Darse una ducha de agua caliente relajará los músculos y ayudará a aliviar el dolor. También puede optarse por Mantas eléctricas, geles o cremas con efecto calor. Para la mandíbula, puede enjuagarse la boca con agua caliente durante unos minutos, y luego masajearse el músculo mastoides suavemente.
Masaje y desbloqueo articular
Es sin duda, una de las terapias más efectivas contra este tipo de afección ósteo-muscular. El masaje ayudará a eliminar las contracturas, o minimizar profundamente las molestias causadas por estas mismas. Mejorará la condición del músculo y le aportará nutrientes, gracias a que activa la circulación. Además ayudará a la eliminación de deshechos y toxinas, creadas por el mal funcionamiento del músculo.
Su finalidad es recuperar la movilidad de la articulación, eliminar la rigidez y el dolor producido y alinear correctamente la descolocación de las vertebras. Es sin duda una de las técnicas menos usadas, pero una de la más efectivas. No es recomendable en personas que padezcan alguna enfermedad relacionada con los huesos o articulaciones, como artrosis, osteoporosis etc.
Tampoco es recomendable desbloquear las articulaciones muy a menudo, máximo realizar dos veces por semana. El deporte y la relajación, dos partes esenciales para mejorar nuestra calidad de vida. El deporte y la relajación para este tipo de afecciones, es una parte importante, sobre todo para la rehabilitación y mejora de la calidad de vida.
No veáis el deporte como algo "que tiene que hacerse obligatoriamente" , sino una vía, un camino para cambiar de hábitos, con el fin de mejorar nuestra salud, tanto física, como mental. Los deportes recomendables son ejercicios en los que se combinan relajación y estiramientos, tales como El Yoga; Pilates; Tai-Chi y Chi-kung. Añadiremos también la ya bien conocida y recomendada por todos los médicos y terapeutas, la Natación.
La meditación como método de relajación es fantástica. Es algo que todos podemos hacer, a cualquier hora y en cualquier lugar. Solo tienes que sentarte o echarte en una posición cómoda, hacer respiraciones profundas y calmadas, y dejar que tus pensamientos se deslicen por tu mente, sin aferrarte a ninguno de ellos.
La meditación, no es dejar de pensar, eso es imposible, es simplemente una forma de desconectar y relajar la mente, sin prejuicios, sin sentimientos dañinos o destructivos, para que así las respuestas que tanto buscamos, lleguen a nosotros.
Ir al Psicólogo
La mayoría de las personas rehuyen de ir al Psicólogo, por prejuicios e ideas equivocadas hacia estos profesionales. El psicólogo tiene como objetivo ayudarte a aprender como enfrentar los problemas que puedan existir en tu vida. Nos ayudan a afrontar situaciones estresantes, como un nuevo trabajo, la pérdida de un familiar, una dura ruptura amorosa etcétera.
Se encargan de que consigas ver los problemas que te acechan de forma más simple y sencilla, te ayudan a reorganizar tus ideas y buscar una posible solución a tus preocupaciones. No hay nada que temer por ir al Psicólogo, es una forma de aceptar que necesitas ayuda, y eso no es malo o vergonzoso, todo lo contrario, es sinónimo de valentía, de que estas tomando por fin las riendas y quieres encontrar y hallar el cambio que tanto necesitas.
Conclusión:
Ir al Psicólogo
La mayoría de las personas rehuyen de ir al Psicólogo, por prejuicios e ideas equivocadas hacia estos profesionales. El psicólogo tiene como objetivo ayudarte a aprender como enfrentar los problemas que puedan existir en tu vida. Nos ayudan a afrontar situaciones estresantes, como un nuevo trabajo, la pérdida de un familiar, una dura ruptura amorosa etcétera.
Se encargan de que consigas ver los problemas que te acechan de forma más simple y sencilla, te ayudan a reorganizar tus ideas y buscar una posible solución a tus preocupaciones. No hay nada que temer por ir al Psicólogo, es una forma de aceptar que necesitas ayuda, y eso no es malo o vergonzoso, todo lo contrario, es sinónimo de valentía, de que estas tomando por fin las riendas y quieres encontrar y hallar el cambio que tanto necesitas.
Conclusión:
Ir al médico de cabecera y descartar otras posibles patologías. Descubrir la raíz del problema (colchones y almohadas inadecuadas; estrés; emociones reprimidas; mala higiene postural; falta de ejercicio etc.) Atacar el problema. Conseguir el cambio. (Ir al fisioterapeuta o a un Masajista profesional; cambiar de colchón o almohada, realizar actividades deportivas, ir al psicólogo, encontrar un momento para uno mismo en el que poder relajarse,corregir las malas posturas etc.)
Fuente: espacioshantala.weebly.com, imagen de fotolia