Estos hallazgos podrían derivar en un acercamiento terapéutico para prevenir la pérdida de audición antes de que ocurra. Este estudio es único en su clase porque evalúa la relación entre dos sistemas independientes, el oído interno y la glándula tiroidea.
La pérdida de audición vinculada con desequilibrios de la hormona tiroidea
Los investigadores monitorizaron las células ciliadas de la cóclea de dos grupos de ratones. Un grupo, el grupo de control, lo formaban ratones de campo, mientras que el otro grupo constaba de ratones con sordera congénita por mutación. Los haces de células ciliadas del oído interno de los ratones afectados se marcaron con colores brillantes para poder resaltar e identificar su desorganización.
De este modo, los investigadores pudieron observar defectos moleculares constantes causados por acción de los desequilibrios de la hormona tiroidea o hipotiroidismo en los ratones sordos. El análisis de las imágenes muestra que la glándula tiroidea en los ratones sordos no se desarrollaba o se desarrollaba parcialmente.
Un largo camino
De este modo, los investigadores pudieron observar defectos moleculares constantes causados por acción de los desequilibrios de la hormona tiroidea o hipotiroidismo en los ratones sordos. El análisis de las imágenes muestra que la glándula tiroidea en los ratones sordos no se desarrollaba o se desarrollaba parcialmente.
Un largo camino
El Dr. Amiel Dror, investigador del estudio y profesor del departamento de genética molecular humana y bioquímica de la Escuela de Medicina de Sackler, en Tel Aviv, vincula los dos sistemas analizados:
Nuestro estudio demuestra que la capacidad auditiva no se desarrolla de forma óptima cuando existe una insuficiencia de la hormona tiroidea como resultado de una mutación genética”.
Sus hallazgos suponen una plataforma de acercamiento terapéutico para prevenir la pérdida de audición antes de que ocurra, añade. No obstante, existe aún un largo camino antes de que las investigaciones puedan contribuir a desarrollar un tratamiento para la discapacidad auditiva. El estudio se publicó en la revista Mammalian Genome.
Fuente: www.shalomlife.com, imagen de fotolia, Publicado: Viernes 13 de noviembre, 2017