Trauma acústico: qué es y cómo se puede prevenir?

La exposición prolongada a sonidos de alto volumen puede dañar la estructura del oído interno. Se puede evitar o impedir que avance.       

El cantante Luis Miguel tiene trauma acústico, es decir, una lesión en los mecanismos auditivos en el oído interno por una exposición prolongada a la música en volumen alto. Además de una pérdida de audición, uno de los síntomas es el denominado “tinnitus”.


El tinnitus es un ruido percibido subjetivamente por el paciente en ausencia de un estímulo externo, es decir, no hay un estímulo sonoro y el paciente siente un ruido, que puede ser agudo o grave y es signo de deterioro de la audición”, explica Oscar Paoletti, presidente de la Asociación Civil Cordobesa de Otorrinolaringología (Accorl).

Paoletti indica que, en general, en toda persona con factor de riesgo de trauma acústico, “habitualmente el primer signo es el tinnitus”. En el trauma acústico hay un daño en las células ciliadas del oído interno, lo que provoca una disminución de la audición. Es irreversible, pero hay tratamientos para evitar una pérdida mayor y para neutralizar el tinnitus, aunque esto último no es sencillo ni siempre es posible.

“Es uno de los desafíos más grandes en el consultorio”, admite Paoletti. Sucede que la percepción y el malestar son subjetivos, una de las formas de analizarlos es a través de índices de calidad de vida, a partir de cuestionarios psicológicos que evalúan cuánto afecta el zumbido en la vida del paciente.

También hay técnicas de rehabilitación que tienden a reentrenar algunos mecanismos cerebrales para enmascarar el tinnitus. Y, en caso de que se indique el uso de audífonos, también existen algunos modelos que incluyen música que puede neutralizar su efecto.

Luis Miguel tiene 45 años y comenzó a cantar profesionalmente a los 9. Su actividad es un factor de riesgo de padecer trauma acústico, pero aún así quienes la desarrollan pueden prevenir esta afección. “Un niño o joven que está en el ambiente de la música debe cumplir con las medidas adecuadas de higiene auditiva. Por ejemplo, evitar lugares donde hay mucha resonancia y utilizar protección cuando está en contacto con parlantes u otros instrumentos”, ilustra Paoletti.

Cómo proteger a los niños

La intensidad sonora se mide en decibeles (dB) y aquellos sonidos de una intensidad inferior a 80 dB no generan alteraciones definitivas en el oído; en cambio, los sonidos que superan los 90 dB generan lesiones en el oído interno y la gravedad depende del tiempo de exposición a la fuente sonora de alta intensidad”, explica el otorrinolaringólogo Sebastián Picciafuoco.
Picciafuoco advierte que los niños y, en general, todas las personas no deberían permanecer mas de ocho horas al día a una intensidad de 90 dB. “Pero si se aumenta a 100 db, el tiempo de exposición para no generar daño auditivo es de dos horas por día”, añade.

Consultado sobre el grado de madurez del sistema auditivo de un niño, en comparación con el de un adulto, Picciafuoco señala que a partir de la semana 24 o 25 de gestación ya hay funcionalidad auditiva. “A muy temprana edad, el sistema auditivo del niño es similar a la de un adulto”, apuntó. 

“En cuanto a la velocidad del transporte de la información auditiva al cerebro, al año de edad es similar a la de un adulto y la maduración de la corteza cerebral alcanza su máximo desarrollo aproximadamente a los 3 años de edad”, añadió. “Por lo tanto, concluyó, desde edades muy tempranas hay que tener en cuenta que los sonidos intensos generan un daño auditivo y estos pueden ser muy nocivos”.

Según una encuesta dada a conocer el año pasado por Gaes Centros Auditivos, el 70 por ciento de los cordobeses considera que está expuesto a un alto nivel de ruido.


Protección

En ocasiones, no es posible elegir entornos donde no haya sonidos a alto volumen. Pero cuando sí está en manos de un individuo o familia, se recomienda evitar la exposición riesgosa al sonido: proteger la casa de los ruidos, limitar dentro del hogar el volumen de los aparatos electrónicos (incluyendo auriculares y teléfonos móviles); utilizar protección en los oídos ante ruidos ambientales; mover los muebles con cuidado; hablar con voz moderada; cuidar a las mascotas para evitar ladridos excesivos y utilizar los electrodomésticos con moderación, en lo posible, evitando el uso nocturno.

Fuente: lavoz.com.ar