El vértigo es un síntoma de distintas enfermedades que por regla general afectan el oído interno. Tiene un alto porcentaje de curación y sin embargo está subdiagnosticado porque se lo confunde con otros trastornos. En qué consiste exactamente y cómo se trata.
Se trata de un motivo de consulta frecuente, subdiagnosticado y sujeto habitual de malos entendidos, desde confundirlo con un accidente cerebrovascular hasta hacer deambular al paciente por consultorios sin dar con el médico indicado.
Sin embargo el vértigo puede ser tratado velozmente; es competencia de la Neuro-otología, la parte de la Neurología que se ocupa de las alteraciones del equilibrio, la audición y su relación con el sistema nervioso. El Dr. Jesús Huerta, médico neuro-otólogo, describe los conceptos de vértigo y mareo y explica su diagnóstico y tratamiento.
- ¿Qué es el vértigo, y en qué se diferencia del mareo y de la fobia a las alturas?
- Debemos comenzar por precisar las diferencias entre todas esas sensaciones que por lo general todo el mundo confunde, y definir correctamente cada una. El vértigo es un síntoma de una enfermedad (como lo es la fiebre) que la persona percibe como sensación de giro del entorno que le rodea o de sí mismo.
Este síntoma suele ir acompañado de otros y estudiando detalladamente ese conjunto de síntomas, podemos diagonisticar de qué enfermedad se trata, y una de sus manifestaciones, a veces la más importante, es el vértigo. Otros síntomas que no debemos llamar "vértigo", pero que a veces acompañan al vértigo o se confunden con él son:
- El "vértigo" ante la altura. Digamos que es un mareo fisiológico, no es una enfermedad como tal, y lo padece un porcentaje importante de la población, alrededor de un 10%. Se presenta como un conjunto de sensaciones subjetivas, de mareo, inestabilidad, pérdida de equilibrio y miedo a caer desde la altura.
Ocurre en situaciones en que la distancia entre el sujeto y el objeto fijo (el suelo) es tan grande que no hay referencia para el sistema visual y vestibular (fallan en el cálculo de esa distancia) que se crea una incongruencia sensorial y uno necesita tocar el suelo, agacharse o sentarse para añadir referencias sensoriales y para que el síntoma cese. Puede desencadenar reacciones fóbicas, lo que se denomina acrofobia con crisis de ansiedad y angustia, convirtiéndose en un mareo patológico.
- El mareo. Tampoco es un vértigo, pero a veces lo acompaña. Los síntomas que definen el mareo son: malestar abdominal y general, náuseas, bostezos, sudoración fría, palidez, y puede terminar con un cuadro de vómitos. El más conocido es lo que llamamos cinetosis, que es lo que lo ocurre a algunas personas al viajar en coche, barco, avión, y en entornos de realidad virtual. Es debido a una incongruencia de estímulos visuales, vestibulares y sensoriales.
- El desequilibrio. Tampoco hay que confundirlo con el vértigo. Es una sensación de desplazamiento hacia los lados o hacia un solo lado, y también acompaña a veces al vértigo; su origen es multifactorial por afectación de uno o varios de los sistemas del equilibrio.
- La inestabilidad. Es una sensación de flotar, de caminar por un suelo blando, inestable, también acompaña a veces a la crisis de vértigo o queda residualmente después de una crisis durante un tiempo.
- ¿Qué factores provocan el vértigo?
- El vértigo es un síntoma de distintas enfermedades que por regla general afectan el oído interno, es decir al nervio vestibular (nervio del equilibrio), que es muy importante en nuestro desarrollo desde la infancia: es el que nos ayuda a aprender a andar, correr, montar en bicicleta, patinar, etc.. Está situado en nuestra cabeza, al lado del nervio auditivo, y su existencia en general se desconoce hasta que falla.
Dicho nervio consta de cinco receptores: dos de ellos son el Utrículo y el Sáculo, que informan a nuestro cerebro hacia dónde va nuestra cabeza, por ejemplo; si viajamos en coche con los ojos cerrados, podemos perfectamente conocer si nuestro desplazamiento es hacia adelante o hacia atrás, y si subimos en un ascensor nos informa si el ascensor sube o baja.
Los otros tres informan al cerebro sobre la dirección y velocidad angular de nuestra cabeza, y mediante una vía refleja, muy rápida, conectada con los músculos que mueven los ojos (reflejo vestíbulo-ocular) consigue que nuestros ojos se muevan a la misma velocidad de nuestra cabeza y con el mismo ángulo para que estén centrados en el mismo instante en que la cabeza ha dejado de moverse.
Sintetizando mucho para no complicar la comprensión diría que cualquier enfermedad que afecte este delicado sistema, hará que falle esta vía refleja y nuestro ojos se muevan de una forma desincronizada con la cabeza, originándonos esa sensación tan desagradable de giro del entorno.
Las causas pueden ser múltiples. Algunas de ellas: la afectación del nervio vestibular por una enfermedad viral, bacteriana, circulatoria, tumoral, tóxica o autoinmune. Por esta razón es imprescindible un buen diagnóstico para tratar la enfermedad de origen.
- ¿Cómo lo definen sus pacientes en la consulta, que sensación experimentan? Debe ser angustioso, ¿no?
- Los pacientes acuden muy angustiados en la mayoría de los casos, ya que no están correctamente tratados, y llevan mucho tiempo padeciendo estas crisis que los invalidan durante horas o días y cuya frecuencia puede ser muy repetitiva.
A menudo refieren: "No puedo hacer nada de lo que hacía antes", "no me atrevo a viajar o a salir de casa", "me caí varias veces y me hice mucho daño". Esto genera gran ansiedad, e incluso conduce a algún tratamiento antidepresivo.
Por otro lado describen una sintomatología muy confusa, porque una cosa es el síntoma vértigo y otra los síntomas secundarios ocasionados por los tratamientos con sedantes vestibulares de tipo central que se le estaban administrando, mezclándolo todo, por lo que necesitamos dirigir nuestro interrogatorio para poder ir sacando conclusiones.
- ¿Puede aparecer de golpe?
- Depende de qué enfermedad ocasione el vértigo. Efectivamente puede presentarse de forma súbita al levantarse de la cama, sin previo aviso o simplemente al girar la cabeza de una forma determinada, y la crisis aparece tan brusca y violentamente que uno tiene que agarrarse de donde puede para no caer.
Por otro lado, otras veces se presenta de forma paulatina, comienza con sordera, silbidos en los oídos y luego viene la crisis de vértigo aumentando progresivamente y acompañada de todo o parte del cortejo de síntomas llamados vegetativos que son la sudoración, náuseas, vómitos, incontinencia de orina y diarrea en algunas ocasiones.
- ¿Puede llegar a ser invalidante?
- En mayor o menor medida todos los vértigos son invalidantes: con esa sensación nadie puede llevar una actividad normal. Luego todo depende de la duración de las crisis: hay veces en que sólo dura segundos y otras veces dura horas, y también depende de la frecuencia o recurrencia de las mismas.
- ¿Cómo se realiza el diagnóstico?
- Tenemos que diagnosticar qué enfermedad es la que ocasiona la alteración del nervio del equilibrio (nervio vestibular) y de qué forma o qué parte o partes de dicho nervio están afectadas.
Para ello, además de un interrogatorio exhaustivo de los síntomas que padece el paciente, disponemos de equipos de exploración muy avanzados para el estudio de los distintos sistemas que configuran el equilibrio, que fundamentalmente son tres: el sistema retino-ocular, el propioceptivo y el vestíbulo-ocular.
- ¿Influyen factores genéticos o hereditarios?
- En algunas enfermedades vertiginosas como la enfermedad de Ménière se observan antecedentes familiares en un 14% de los pacientes, y están en estudio otros factores genéticos de la enfermedad autoinmune del oído interno, que es infrecuente, pero es bilateral y progresiva, y se estudian distintos marcadores en sangre para detectarla.
- ¿Existen tratamientos eficaces?
- En la actualidad los tratamientos son muy eficaces ya que podemos determinar la enfermedad que lo origina, qué parte del nervio vestibular está afectada y por qué causa. Disponemos de tratamientos médicos con distintas vías de administración: la oral, la medicación de administración intratimpánica con altísima eficacia, y en algunas ocasiones el tratamiento quirúrgico.
- ¿Se cura o hablamos de una patología crónica?
- En la actualidad podemos hablar de que el 90% de las enfermedades vertiginosas tienen curación, y cuando son patologías crónicas como la enfermedad autoinmune y algunos vértigos de origen central, existen tratamientos para que la persona permanezca asintomática y pueda hacer una vida normal.
La medicina actual ha avanzado mucho en general y también en el campo de la patología vestibular, aunque sea menos conocido por los pacientes y los médicos en general.
Fuente: clarin.com