La pérdida de audición no tratada hace que el cerebro encoja

Un grupo de investigadores ha descubierto que la pérdida de audición acelera el proceso de pérdida de tejido cerebral en las personas mayores. El estudio insta al tratamiento urgente de la pérdida de audición en lugar de ignorarla, según los investigadores.

Por lo general, el cerebro se reduce con la edad. No obstante, esta reducción parece acelerarse en personas mayores con pérdida de audición no tratada, según los resultados de un estudio realizado por investigadores del Hospital Johns Hopkins y el Instituto Nacional de Envejecimiento.


En el estudio, Frank Lin, licenciado y doctor del Johns Hopkins de Medicina en Estados Unidos, junto con sus colaboradores, utilizaron los datos del estudio longitudinal de Baltimore sobre envejecimiento, para comparar los cambios cerebrales a lo largo del tiempo entre pacientes adultos con audición normal y adultos con pérdida auditiva.

Los 126 participantes se sometieron a resonancias magnéticas por imagen (RMI) anualmente para monitorizar los cambios cerebrales durante un periodo de 10 años. Asimismo, a cada sujeto se le realizó una revisión física completa en el momento de su primera resonancia en 1994, que incluía revisiones auditivas. Al inicio del estudio, 75 pacientes mostraban una audición normal, mientras que 51 tenían una discapacidad auditiva, con una pérdida de al menos 25 dB.

Mayor pérdida de tejido cerebral

Tras analizar los resultados de las resonancias a lo largo de los años, Lin y sus colegas descubrieron que los participantes cuya audición estaba ya deteriorada al iniciar el estudio base, mostraban una aceleración del índice de atrofia cerebral en comparación con aquellos sujetos con audición normal.

En general, aquellos pacientes con discapacidad auditiva presentaban una pérdida de tejido cerebral de más de un centímetro cúbico adicional al año que las personas con audición normal. Asimismo, estos sujetos tenían una reducción significativa y más marcada en ciertas áreas, entre las que se incluían las estructuras cerebrales responsables de procesar el sonido y el habla.

Descubrir que las estructuras responsables de procesar el sonido y el habla están afectadas en las personas con pérdida auditiva no sorprende a los investigadores. La reducción de estas áreas podría explicarse simplemente como consecuencia de un “empobrecimiento” de la corteza auditiva, que se atrofia por la falta de estimulación. Sin embargo, estas estructuras no funcionan de forma aislada y sus funciones no atañen únicamente a la identificación de los sonidos y el lenguaje.


Tratar la pérdida de audición

“El estudio muestra la urgencia de tratar la pérdida de audición en lugar de ignorarla. Si queremos abordar con éxito la pérdida auditiva”, dice Lin, “cuanto antes se haga mejor. Si la pérdida de audición contribuye en potencia a las diferencias que hemos observado en las RMI, debemos tratarla antes de que se produzcan estos cambios en la estructura cerebral”.

Lin y sus colegas pretenden evaluar ahora si el tratamiento temprano de la pérdida de audición puede reducir el riesgo de padecer otros problemas de salud asociados. Estos hallazgos añaden a la amplia lista de problemas de salud asociados a la pérdida de audición, el aumento del riesgo de demencia, caídas, hospitalizaciones y deterioro físico y mental en general.

Fuentes: www.hear-it.org/www.hopkinsmedicine.org y www.medicalxpress.com,