Una forma idónea de hacerlo es apuntar en la agenda, nuestros pensamientos y reacciones ante las situaciones de cada día. Por ejemplo, si acabaste alzando la voz en una discusión personal o laboral. Encontrar patrones entre lo que nos estresa y lo que no, nos puede ayudar a saber cómo combatirlo o cómo reaccionar ante ellos. Si quieres combatir el estrés también con tu alimentación, aquí tienes 12 alimentos contra el estrés.
Reaccionar de forma positiva: Muchas personas luchan contra el estrés atiborrándose de comida rápida o incluso de alcohol para conseguir un poco de paz y tranquilidad ante tanta situación de estrés. Pues bien, la Asociación Americana de Psicología recomienda combatirlo con opciones más saludables como puede ser el ejercicio, ya sea a un nivel más sosegado, como el yoga, o a un nivel más intenso como el spinning o el aerobic.
Otra de las formas de luchar contra el estrés diario es sacar tiempo para hacer las cosas que más nos gustan como leer un libro, ver una película o pasar un rato jugando videojuegos.
Poner límites: Establecer unos límites entre la vida personal y laboral es muy necesario. Las actuales tecnologías nos dan la posibilidad de estar disponibles tanto para unos como para otros las 24 horas del día y eso solo puede crearnos angustia y estrés.
Poner límites: Establecer unos límites entre la vida personal y laboral es muy necesario. Las actuales tecnologías nos dan la posibilidad de estar disponibles tanto para unos como para otros las 24 horas del día y eso solo puede crearnos angustia y estrés.
Ponernos unos límites como no consultar el correo del trabajo desde casa o poner el teléfono en silencio a partir de determinada hora nos ayudará a combatir el estrés motivado por el trabajo.
Descansar: Los efectos del estrés y el cansancio laboral no harán sino ponernos obstáculos en el desempeño de nuestro trabajo; por tanto es necesario tomarnos un tiempo para descansar. “Desconectar” del trabajo cuando nos encontramos fuera de la oficina es requisito imprescindible para que nuestro estrés no se vuelva crónico y para que rindamos mucho mejor en el trabajo. Para ello, puedes intentar técnicas de relajación como la meditación que ayudan a liberar el estrés.
Hablar con el jefe: No hablamos de un aumento de sueldo sino de crear un ambiente positivo de trabajo que promueva el bienestar de todos. Hablar con el jefe puede ayudarnos a controlar situaciones de estrés que obstaculizan el desempeño adecuado de tu trabajo como por ejemplo, saber qué es lo que se espera de nosotros exactamente, establecer tareas que supongan un reto o hacer cambios físicos en la zona de trabajo para reducir las tensiones y hacerlo más confortable.
Conseguir apoyo externo: Abrir nuestras miras es indispensable para no sentirnos sobrepasados. Contar con el apoyo de la familia o incluso de amigos puede ayudarte a manejar el estrés diario provocado por el trabajo.
Fuente: muyinteresante.es
Descansar: Los efectos del estrés y el cansancio laboral no harán sino ponernos obstáculos en el desempeño de nuestro trabajo; por tanto es necesario tomarnos un tiempo para descansar. “Desconectar” del trabajo cuando nos encontramos fuera de la oficina es requisito imprescindible para que nuestro estrés no se vuelva crónico y para que rindamos mucho mejor en el trabajo. Para ello, puedes intentar técnicas de relajación como la meditación que ayudan a liberar el estrés.
Hablar con el jefe: No hablamos de un aumento de sueldo sino de crear un ambiente positivo de trabajo que promueva el bienestar de todos. Hablar con el jefe puede ayudarnos a controlar situaciones de estrés que obstaculizan el desempeño adecuado de tu trabajo como por ejemplo, saber qué es lo que se espera de nosotros exactamente, establecer tareas que supongan un reto o hacer cambios físicos en la zona de trabajo para reducir las tensiones y hacerlo más confortable.
Conseguir apoyo externo: Abrir nuestras miras es indispensable para no sentirnos sobrepasados. Contar con el apoyo de la familia o incluso de amigos puede ayudarte a manejar el estrés diario provocado por el trabajo.
Fuente: muyinteresante.es