El equipo, dirigido por el ingeniero Michael McAlpine, ha sido el primero en crear un órgano completamente funcional que reproduce e incluso amplía las capacidades de su homólogo humano, según explican en la revista NanoLetters.
Tenemos el potencial de crear "piezas" personalizadas para reparar el cuerpo humano o incluso órganos con capacidades que superan las propias de la biología humana", concluyen los científicos.
La tecnología de impresión 3D, que ha demostrado su enorme potencial replicando la forma de la oreja, considerada el órgano tridimensionalmente más complicado, es capaz de combinar e integrar tejidos vivos con componentes electrónicos, lo que en futuro permitirá incorporar toda clase de sensores al cuerpo humano, por ejemplo para monitorizar las constantes vitales, para detectar enfermedades en sus primeros estadios, o para ampliar la percepción de los sentidos.
Fuente: muyinteresante.es