Ahora, nuevas investigaciones sugieren que las señales motoras en el cerebro realmente agudizan la percepción del sonido, y este efecto se incrementa cuando nos movemos en ritmo con el sonido.
Ya se sabe que el sistema motor, la parte del cerebro que controla nuestros movimientos, se comunica con las regiones sensoriales del cerebro. El sistema motor controla el ojo y otros movimientos de la parte del cuerpo para orientar nuestra mirada y extremidades para explorar nuestro ambiente espacial. Sin embargo, debido a que los oídos son inmóviles, era menos claro qué papel desempeña el sistema motor en la distinción de los sonidos.
Benjamin Morillon, investigador del Instituto Neurológico de Montreal de la Universidad de McGill, diseñó un estudio basado en la hipótesis de que las señales procedentes de la corteza sensiomotora podrían preparar la corteza auditiva para procesar el sonido y, al hacerlo, mejorar su capacidad de descifrar flujos sonoros complejos como habla y música.
Trabajando en el laboratorio del investigador del MNI, Sylvain Baillet, reclutó 21 participantes que debían escuchar secuencias sonoras complejas e indicar si el tono de la melodía escuchada era más o menos elevado que el de la secuencia de referencia. Al mismo tiempo, los investigadores insertaron una melodía para distraer la atención de los participantes, con la finalidad de medir su capacidad de concentración en la melodía principal.
Dos etapas
El experimento se desarrolló en dos etapas: en la primera, los voluntarios escuchaban la melodía permaneciendo inmóviles. En la segunda, volvían a escucharla llevando el compás con el dedo sobre una almohadilla táctil.
Las imágenes obtenidas mediante la MEG en secuencias de milisegundos reveló que las ráfagas de las oscilaciones neurales rápidas procedentes de la corteza sensitiva motora izquierda se dirigieron a las regiones auditivas del cerebro. Estas oscilaciones ocurrieron en anticipación de la aparición del siguiente sonido distintivo.
Este hallazgo reveló que el sistema motor puede predecir con anticipación cuándo se producirá un sonido y enviar esta información a las regiones auditivas para que puedan prepararse para interpretar el sonido.
Un aspecto sorprendente de este descubrimiento es que la señalización del motor cerebral cronometrada anticipó los tonos entrantes de la melodía objetivo, incluso cuando los participantes permanecieron completamente inmóviles. El hecho de marcar el ritmo con el dedo ha dado un resultado todavía más concluyente sobre esto, confirmando que la corteza motora del cerebro contribuye de forma importante a la percepción auditiva.
Este fenómeno puede observarse cuando intentamos escuchar a alguien en medio de un bullicio.", explica Morillon en un comunicado."En la vida cotidiana, muchos mecanismos nos ayudan a concentrarnos en un interlocutor cuando hay ruido ambiente, por ejemplo prestando atención al timbre y tonalidad de su voz, volvernos físicamente hacia él, observar sus labios e incluso utilizar el principio de una frase para adivinar el resto, o estar atento al ritmo de la palabra. Este es el mecanismo que hemos aislado en el marco de nuestro estudio para ilustrar cómo funciona en el cerebro.", explica Morillon.
"Una mejor comprensión de la relación entre el movimiento y el procesamiento auditivo podría un día significar mejores terapias para las personas con problemas auditivos o de comprensión del habla. Tiene implicancia para la investigación clínica y estrategias de rehabilitación, sobre todo en los niños disléxicos y los pacientes con deficiencia auditiva", añade Morillon.
"Enseñarles a confiar mejor en su sistema motor al moverse abiertamente al principio en sincronía con el ritmo de un hablante podría ayudarles a entender mejor el habla", concluye el investigador.
Fuentes: https://www.news-medical.net, http://www.mcgill.ca/neuro/channels/news/predicting-when-sound-will-occur-relies-brains-motor-system-271950, Publicado: Miérc/11/oct./2017, Imagen: Universidad McGill.