El hallazgo, realizado por investigadores de Israel se acaba de publicar en la prestigiosa revista Nature Communications, ha sido descrito por los expertos como un “gran avance”. El descubrimiento podría conducir al desarrollo de tratamientos para prevenir o restaurar la pérdida de audición.
La disminución de la audición en las personas mayores es cada vez más común en el mundo occidental debido al envejecimiento de la población y el aumento de la exposición al ruido y afecta a casi la mitad de las personas mayoes de 70 años.
Nota: El siguiente articulo no trata sobre una terapia disponible sino sobre un novedoso concepto que esta siendo investigado.
La Doctora Ronna Hertzano, profesora de otorrinolaringología y del departamento de cirugía de cabeza y cuello en la Universidad de Baltimore, que recibió sus grados médicos y de doctorado en la Universidad de Tel Aviv, el Doctor Rani Elkon de TAU y la Doctora Efrat Eliahu del Mount Sinai Medical Center en Manhattan trabajaron juntos en la investigación.
Descubrieron que las disminuciones auditivas en muchas personas mayores se debe a la pérdida de cilios (pequeños pelos) en el oído interno. Su funcionamiento normal depende de proteínas necesarias para su actividad específica, mientras que proteínas adicionales le protegen de la muerte celular.
Descubrieron que las disminuciones auditivas en muchas personas mayores se debe a la pérdida de cilios (pequeños pelos) en el oído interno. Su funcionamiento normal depende de proteínas necesarias para su actividad específica, mientras que proteínas adicionales le protegen de la muerte celular.
Por lo tanto, para determinar cuál es la causa de su muerte, los investigadores trataron de identificar los genes que conducen a la producción de las proteínas. Para ello, aislaron varias células de las orejas de ratones de laboratorio y realizaron un “perfil de expresión génica” de ellos. A continuación, lograron identificar qué genes de todo el genoma de los ratones se activan específicamente en los cilios.
Luego procesaron estos datos y, utilizando análisis bioinformático, identificaron las “Instrucciones para la activación” de los genes que se expresan únicamente en los cilios de la oreja. Comparamos nuestros resultados con la base de datos existente que conecta las secuencias de ADN con las proteínas que controlan la expresión de genes”, explicaron los autores.
Descubrieron una clara conexión entre las células en los cilios y una conocida proteína llamada RFX que supervisa la actividad de los órganos corporales. Su funcionamiento normal es de vital importancia para la audición, continuaron. Los investigadores lograron demostrar su teoría en los experimentos con ratones de laboratorio, utilizando un modelo de ratones que crearon genéticamente que han nacido sin RFX en los cilios de sus orejas.
Al final de la segunda semana de vida, cuando los ratones empiezan a escuchar, los cilios comenzaron a morir, dejando sordos a los ratones. Por último, para caracterizar el proceso, las células que fueron tomadas de las orejas de los ratones-RFX fueron transferidas al laboratorio Mount Sinai donde el nivel de proteínas implicadas en la muerte celular planificada (apoptosis) se comparó con aquellos que protegían su supervivencia.
El equipo ahora cree que su descubrimiento ayudará a desarrollar tratamientos para restaurar la audición en pacientes humanos.
Fuente: latamisrael.com, 14 diciembre 2015
Luego procesaron estos datos y, utilizando análisis bioinformático, identificaron las “Instrucciones para la activación” de los genes que se expresan únicamente en los cilios de la oreja. Comparamos nuestros resultados con la base de datos existente que conecta las secuencias de ADN con las proteínas que controlan la expresión de genes”, explicaron los autores.
Descubrieron una clara conexión entre las células en los cilios y una conocida proteína llamada RFX que supervisa la actividad de los órganos corporales. Su funcionamiento normal es de vital importancia para la audición, continuaron. Los investigadores lograron demostrar su teoría en los experimentos con ratones de laboratorio, utilizando un modelo de ratones que crearon genéticamente que han nacido sin RFX en los cilios de sus orejas.
Al final de la segunda semana de vida, cuando los ratones empiezan a escuchar, los cilios comenzaron a morir, dejando sordos a los ratones. Por último, para caracterizar el proceso, las células que fueron tomadas de las orejas de los ratones-RFX fueron transferidas al laboratorio Mount Sinai donde el nivel de proteínas implicadas en la muerte celular planificada (apoptosis) se comparó con aquellos que protegían su supervivencia.
El equipo ahora cree que su descubrimiento ayudará a desarrollar tratamientos para restaurar la audición en pacientes humanos.
Fuente: latamisrael.com, 14 diciembre 2015