Se trata de un síntoma que no debe ser confundido con la alucinación auditiva de origen psiquiátrico en la que el paciente oye sonidos con contenido psicológico de tipo musical o verbal. Se trata de un síntoma muy frecuente entre el 15 y 290 % de la población adulta mundial padece de acúfeno y un 7% precisa atención medica.
Aunque la mayoría de las personas no consultan por ello, ya que los ruidos ambientales los enmascaran, en un 3, 5 % de los enfermos se encuentran seriamente afectados en su vida cotidiana, y el 0,8% son incapaces de llevar una vida normal.
Aparece mas frecuentemente en la población anciana y no hay deferencia en cuanto al sexo. Se pueden asociar a casi todas las enfermedades del oído interno, si bien su asociación con sorderas de oído interno es mas característica.
En un porcentaje pequeño de ocasiones el paciente consulta única y exclusivamente por su acúfeno sin que este se acompañe de sordera concomitante, que es lo que mas frecuente; en estos casos la exploración ontológica, radiológica e incluso de imagen debe ser exhaustiva para poder hacer el diagnóstico de "idiopático", que siempre es de exclusión.
Se dividen en subjetivos, los mas frecuentes, que solo oye el paciente y objetivos, que tambien son audibles por el explorador: ruidos vasculares, miclonias, etc.
Su tratamiento presupone el de la enfermedad que lo provoca. Cuando no se asocia a ningún tipo de patología discernible, la sola explicación de que no representa un trastorno grave es suficiente para muchos pacientes, pero en otras ocasiones hay que recurrir a complejas técnicas de enmascaramiento mediante la utilización de sonidos externos que anulen el acúfeno o bien medicación sedante de resultados inconstantes.
Fuente: "Otorrinolaringología y patología cervicofacial", Dr. Joaquín Poch Broto