¿Sufrió Charles Darwin de tinnitus?

Malestar, vértigo, mareos, espasmos y temblores musculares; vómitos, calambres y cólicos; distensión abdominal y gases intestinales; dolores de cabeza, alteraciones de la visión; ampollas por todo el cuero cabelludo y eczema; sensación de muerte inminente y pérdida de la conciencia, desmayos, taquicardia, insomnio y tinnitus, estos son algunos de los síntomas que registró el biólogo Charles Darwin en sus más de 400 cartas en las que se refiere a su salud, así como sus escritos autobiográficos.

Hasta tenía un diario en el que registraba minuciosamente cómo se sentía. Gracias a diarios, cartas y documentos de el y de quienes los rodeaba podemos imaginar cómo era la vida de esta persona que ha hecho historia.

¿Qué nos dicen de su bienestar, particularmente, su estado mental?

Su salud no sólo fue un asunto que dominó su vida, sino también tema de numerosos estudios contemporáneos. Diagnosticar a una persona muerta no es una ciencia exacta, pero Darwin dejó tanta información sobre lo que sentía físicamente que varios especialistas se han aventurado a hacerlo, llegando a conclusiones que van desde la intolerancia a la lactosa hasta disautonomía (condiciones en las que el sistema nervioso autónomo no funciona correctamente).


Sin embargo, ¿no nos dice algo el simple hecho de que estuviera tan pendiente de su salud? "Era un científico muy meticuloso así que para él era normal documentar todo sobre su salud de la misma forma en la que documentaba sus observaciones científicas", le dice a BBC Mundo Claudia Kalb, autora del libro "Andy Warhol was a hoarder" (Andy Warhol era un acaparador compulsivo).

Kalb escudriño biografías, autobiografías, cartas, diarios e informes médicos en busca de información sobre 12 individuos extraordinarios que sobresalieron en negocios, política, ciencia y arte, y encontró que todos tenían comportamientos asociados con enfermedades mentales identificadas en la actualidad.
Los artistas Andy Warhol y Marilyn Monroe, la princesa Diana, el escritor Fyodor Dostoyevsky y el empresario Howard Hughes están entre la docena de personajes examinados en el libro.

Más allá de los síntomas físicos que Darwin experimentó, estaba muy estresado por el trabajo que estaba haciendo para "El origen de las especies": iba a proponer una teoría que impactaría a muchos. En momentos, era una carga, y, de hecho, se empezó a sentir algo mejor después de publicar su teoría".

En ese sentido, de estar vivo hoy, el diagnóstico para el eminente naturalista probablemente habría sido transtorno de ansiedad subyacente. Pero, ¿está bien juzgar a personalidades históricamente remotas con las normas psiquiatricas de hoy en día?

"Una regla entre los psiquiatras es no diagnosticar o discutir pacientes que no han estado en su consultorio", dijo Kalb en una entrevista con National Geographic, que publicó su libro. "Pero en algunos casos", agregó, "especialmente con figuras muy conocidas cuyas condiciones han sido discutidas ya sea por ellas mismas o por otros, nos ayuda a entender su comportamiento".


Además, la tarea tiene un fin favorable: "Crear conciencia sobre esas enfermedades y mermar el estigma presentando la información a través de una persona famosa en vez de un árido informe científico", comenta Kalb a BBC Mundo.

Fuente: latercera.com, imagen de pixabay y wikipedia.org