Desde 1992, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado a la fibromialgia como una enfermedad crónica, con una incidencia estimada entre 2% y 5% en la población mundial, 10 veces más frecuente en mujeres y principalmente entre los 20 y los 50 años de edad.
El reumatólogo, Telmo Quirós, indica que este síndrome es una enfermedad crónica que se caracteriza por dolor músculo-esquelético generalizado, con exagerada hipersensibilidad, sin alteraciones orgánicas demostrables.
A continuación, el especialista nos explica cinco datos importantes acerca de esta enfermedad que no cuenta con una cura definitiva:
En cuanto a su origen
La definición no ha estado exenta de controversia, explica Quirós, pero los resultados de las investigaciones indican con consenso que su origen es neurológico, y que el dolor resultaría de desequilibrios neuroquímicos en el sistema nervioso central.
Asimismo, aclara que esta condición también se ha visto en otros cuadros con dolor crónico, como el síndrome de intestino irritable, cistitis intersticial, trastornos de la articulación temporo mandibular y osteoartritis.
El especialista explica que se es más propenso a desarrollar fibromialgia si un familiar tiene la misma condición, y si el paciente presenta artritis reumatoide o lupus.
Descubre los indicios
Quirós advierte que el principal elemento es el dolor músculo-esquelético difuso y generalizado o rigidez, que puede empeorar con ejercicio físico intenso, frío y estrés.
Además, la mayoría de los pacientes describen trastornos del sueño, fatiga en grado extremo y cansancio que varía desde ser soportable hasta incapacitar a la persona para realizar sus labores cotidianas.
Otros síntomas menos frecuentes son:
Incontinencia urinaria.
Dolor de cabeza.
Movimientos periódicos anormales de las extremidades, en especial las piernas.
Dificultad de concentración y mala memoria.
Sensación molesta o dolorosa de picor y quemazón.
Resequedad de ojos y boca.
Zumbidos en oídos.
Alteraciones de la visión.
Incoordinación motora.
A quién acudir
La fibromialgia puede ser difícil de tratar y se suele manejar por un equipo multidisciplinario. Quirós indica que internistas, reumatólogos, psiquiatras, fisioterapeutas, entre otros, son parte de los especialistas necesarios para controlar este padecimiento, cuyo diagnóstico es netamente clínico y se establece por descarte de otras patologías. “Pruebas de laboratorio, biopsias musculares y resultados de radiografía son normales”, destaca el especialista.
Pronóstico y recomendaciones
Como no existe curación total, la mayoría de los pacientes continuará presentando dolor y cansancio pese a la aplicación de tratamiento, basado en antidepresivos, hipnóticos, antiepilépticos, antiinflamatorios, relajantes musculares, terapia hormonal y autocuidados.
En sí, padecer fibromialgia no daña las articulaciones ni compromete la vida; pero lamentablemente estos pacientes son más propensos a actitudes suicidas, debido a lo molesta que puede resultar.
Reducción de estrés, limitar esfuerzo excesivo, dormir lo suficiente, hacer ejercicio aeróbico (guiado por un fisioterapeuta), alimentarse bien y disminuir el consumo de cafeína, son parte de las recomendaciones para tratar la fibromialgia.
Prevención incierta
Hasta ahora no existe una forma de prevenir la fibromialgia, pero se cree que una vida saludable y sin estrés, reduce las probabilidades de que el tono muscular se potencie y se contraiga, factor que puede desencadenar este tipo de padecimientos, finaliza el reumatólogo Telmo Quirós.
Fuente: cienciamedicaaldia.com