Algunas personas tienen problemas auditivos que no pueden detectarse mediante una prueba de audición corriente. Un estudio científico realizado en Dinamarca ha empleado una técnica que puede identificar exactamente dónde reside el problema.
Los problemas auditivos que no pueden detectarse con métodos tradicionales se suelen denominar “disfunción auditiva obscura”. Una prueba de audición ordinaria mide el modo en el que escuchamos los sonidos a 250, 500, 1000, 2000 y 4000Hz (el Hertzio es la unidad de vibración del sonido), sin embargo, no capta cómo se perciben los sonidos que hay entre estos tonos.
El investigador Christian Brandt de la Universidad del Sur de Dinamarca realizó un estudio con 14 pacientes con problemas auditivos especiales. Para evaluar la audición de los sujetos se realizaron pruebas auditivas empleando leves ajustes de tono, similares a los ajustes de tono que se realizan al afinar un piano.
“Con este estudio pude documentar que tenían problemas de audición”, expone Christian Brandt, master y doctorado en ciencias, en la revista de la organización danesa de discapacitados auditivos, Hørelsen.
¿Dónde reside el problema?
Gracias a este estudio se pudo localizar el problema. 11 de los participantes tenían dañada la cóclea, que se encuentra en el oído interno, mientras que tres de los pacientes tenían problemas en el área auditiva del cerebro dónde se procesan las señales procedentes del oído interno.
Si el oído no envía las señales adecuadas al cerebro, éste es incapaz de entender lo que ocurre. Por otro lado, si el cerebro recibe las señales del oído interno de forma óptima pero no las puede procesar correctamente, se producirán también problemas auditivos”, explica Christian Brandt en Hørelsen.Dos tipos de células ciliadas
Algunos daños auditivos se producen como resultado de un deterioro en el oído interno, en particular, en la cóclea. La cóclea es una estructura espiral formada por pequeñas células ciliadas que capturan el sonido y lo envían al cerebro. Según Christian Brandt existen dos tipos de células ciliadas en la cóclea, las células ciliadas externas que amplifican las señales y las células ciliadas internas que producen las señales eléctricas que se envían al cerebro.
Si se produce un daño en las células ciliadas externas, se puede seguir oyendo, pero al carecer de amplificación de sonido, las señales llegarán al cerebro de forma débil. Mientras que si el deterioro se produce en las células ciliadas internas, no se puede oír nada, porque no se pueden enviar las señales eléctricas al cerebro, resuelve Christian Brandt.
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