Pero un nuevo estudio podría brindar un poco de claridad al respecto, destacando una relación consistente con el dolor crónico en otras partes del cuerpo.
Investigadores de la Universidad de Georgetown han descubierto que las dificultades de quienes sufren tanto dolor crónico como tinnitus comienzan como una respuesta a una herida. Esa respuesta sólo continua cuando el cerebro no puede procesar adecuadamente el dolor o el ruido, es como un interruptor con un corto circuito.
Justo como los trastorno de dolor crónico pueden sentir "dolor fantasma", por un miembro que ya no está ahí, las personas con tinnitus pueden escuchar un zumbido en sus oídos incluso cuando no haya un sonido real.
Tras estudiar la cantidad de materia gris en el cerebro, el equipo descifró que la perdida de dicha materia en áreas particulares contribuía tanto al tinnitus como al dolor crónico. El proceso es afectado por los niveles de dopamina y serotonina, que son conocidos por estar relacionados con el nivel de energía, estado de ánimo y depresión.
Éstas áreas, que actúan como un sistema que se encarga de la sensaciones perceptuales, determinan el valor afectivo del estimulo sensorial, ya sea producido externa o internamente y modula el flujo de información en el cerebro. Por lo tanto el tinnitus ocurre cuando el sistema ha sido dañado.
En otras palabras, las sensaciones relacionadas con el dolor crónico y el zumbido en los oídos están llegando al cerebro a través de la misma puerta "neural". Este descubrimiento podría dirigir a los científicos a una cura futura.
Los hallazgos, publicados en el diario, Trends in Cognitive Science, señalan que el daño en la áreas cerebrales "portero" pueden afectar el flujo de información en el cerebro y crear un circuito que se autoperpetúa.
Fuente: www.msn.com, Publicado: 21 de enero, 2017