La pérdida de audición vinculada a la depresión

Un estudio vincula la pérdida de audición con la depresión, en particular, entre las mujeres y personas de menos de 70 años.

Cuando la capacidad auditiva se deteriora puede provocar a su vez depresión. En particular, las mujeres y las personas menores de 70 años corren más riesgo de entrar en una depresión debido a la pérdida auditiva, según sugiere un estudio estadounidense.


Discapacidad auditiva y depresión

Un equipo de investigadores analizó los datos obtenidos de la encuesta nacional para evaluar la salud  y la nutrición en Estados Unidos, en la que participaron 18.000 adultos de 18 años en adelante, para investigar la relación entre la discapacidad auditiva y la depresión.

Entre los adultos que tenían una audición extraordinaria, el 5% tenía depresión, este porcentaje aumentaba a un 7% cuando la audición era buena, mientras que entre aquellos que tenían una discapacidad auditiva notable la cifra de adultos con depresión aumentaba a un 11,4%. Curiosamente, las personas sordas parecían ser inmunes a la depresión, con un índice de tan solo el 0,06%.

Asimismo, entre todos los casos de pérdida auditiva de mayor o menor grado, cerca del 15% de las mujeres de cualquier grupo de edad tenía depresión en comparación con el 9% de los hombres.

Falta de comunicación

A pesar de que no se explica la relación exacta de causa-efecto entre la pérdida de audición y la depresión, los resultados no son de extrañar, indica James Firman, presidente y director ejecutivo del Consejo Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos.


Las personas con pérdida de audición, en particular, aquellos que no utilizan audífonos, tienen más dificultades para comunicarse con los demás, ya sea en situaciones familiares, reuniones sociales o en el trabajo”.
En base a los resultados del estudio, los investigadores recomiendan acudir al especialista y realizarse una prueba de audición si se experimentan indicios de tener una pérdida auditiva.

Sobre el estudio

El estudio fue realizado por un equipo de investigadores del Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de Comunicación de Estados Unidos, y se publicó en la revista JAMA Otolaryngology – Head & Neck Surgery.

Fuente: www.hear-it.org, www.consumer.healthday.com