Los secadores de manos ponen en peligro la audición

Los fuertes niveles de ruido que generan los secadores de manos pueden producir pérdida de audición, según un estudio.

Los secadores de manos suelen encontrarse en los aseos públicos. A lo largo de los años, estos secadores han evolucionado, de ser lentos y ruidosos a ser unos aparatos más silenciosos y ultra rápidos, llegando a secar las manos de forma eficaz en segundos. Sin embargo, los secadores de manos ultra rápidos suponen un riesgo potencial para dañar la capacidad auditiva.


Según un estudio, los secadores de manos ultra rápidos pueden producir graves consecuencias, ya que estos aparatos tienen el mismo impacto en la audición que una taladradora neumática a corta distancia.

Una exposición prolongada a niveles de sonido por encima de los 90 decibelios, como los que generan los secadores de manos, puede causar discapacidad auditiva y pérdida de audición.

Los secadores de manos y los controles de seguridad

Cuando aparece un nuevo producto en el mercado, se somete a ciertos controles de seguridad por razones obvias. En este caso, los secadores de manos ultra rápidos no deberían haber obtenido la certificación de producto. Sin embargo, la inexactitud previa dada por las condiciones donde se realizaban los ensayos de seguridad anteriormente, permitió que este producto superara las pruebas.

El motivo es que las pruebas de seguridad previas realizadas tenían lugar en laboratorios de ensayo de producto significativamente más grandes que los lugares donde se instalan los secadores de manos, es decir, el típico aseo público. Los niveles acústicos son por tanto muy distintos en un gran laboratorio que en los pequeños baños públicos.

Laboratorios adaptados 

En el estudio, se evaluó la acústica de los secadores de manos ultra rápidos en un laboratorio adaptado en forma de cabina, simulando el espacio de un baño público, para poder obtener un resultado más veraz.

Los resultados del estudio indican que los niveles de decibelios de los secadores de manos ultra rápidos eran 11 veces más elevados que los que acreditaban los laboratorios convencionales de ensayo de productos. Según los investigadores, es fundamental utilizar métodos más reales en relación con los controles de seguridad, y limitar el uso de este tipo de secadores de manos en los aseos públicos.


Sobre el estudio

En el estudio se realizaron pruebas acústicas de varios productos, pruebas acústicas medioambientales, evaluación de ruidos y entrevistas personales. El estudio fue llevado a cabo por el Dr. John Levack Drever y su equipo de investigadores de la unidad de sonido del Goldsmiths de la Universidad de Londres.