Las sorderas adquiridas y acúfenos


El acúfeno es una percepción auditiva (pulsaciones, chasquidos, silbidos) que se tiene en ausencia de un estímulo externo. Esta percepción puede ser muy invalidante y casi el 50% de las consultas que recibe el otorrinolaringólogo se deben a los acúfenos.

Muchos acúfenos han sido originados por un problema del oído interno (cóclea), pero con el tiempo se pueden "hacer centrales" lo que hace que el tratamiento sea especialmente difícil.


Acúfenos cocleares:

Se han propuesto varias hipótesis sobre la relación entre los acúfenos y los trastornos del oído interno (cóclea). Las investigaciones más recientes se centran sobre un mecanismo que podría explicar muy bien el origen de un gran número de acúfenos: el desajuste de Conexiones (sinapsis) entre las células sensoriales y el nervio auditivo.

Las fibras del nervio auditivo podrían iniciar una actividad automática y repetitiva que sería percibida en el cerebro auditivo como un silbido casi permanente. En muchos casos, la célula muere con el tiempo lo que se acompaña además de sordera. El ruido excesivo (sonidos traumáticos) es sin duda un de los factores más importantes que pueden desencadenar este trastorno, aunque también los problemas vasculares o el envejecimiento suelen estar implicados.

Un acúfeno tras un trauma acústico:

El ruido excesivo (traumático) desajusta la actividad de las conexiones (sinapsis) que existen entre las células sensoriales y el nervio auditivo. Las fibras del nervio auditivo inician, entonces esa continuación, una actividad automática y repetitiva que se percibe en el cerebro auditivo ¡como un silbido casi permanente!


Nota. Es posible (experimentalmente en modelos animales) bloquear la actividad anormal del nervio auditivo y parar un acúfeno en su fase más inicial. Tratamiento farmacológico basado en la aplicación tópica (trans-timpánica) de moléculas activas podría ser una solución para uso clínico. 

Ruídos internos transmitidos al oído:

También se denominan acúfenos objetivos. Este tipo de acúfenos se caracteriza porque son ruidos generados por el organismo que son percibidos por el sistema auditivo del paciente. Estos acúfenos generalmente se perciben como sonidos muy característicos que pueden ser pulsátiles y sincrónicos con los latidos del corazón, recordar al tic-tac de un reloj de pulsera, o pueden percibirse como crujidos. En muy raras ocasiones, también pueden sonar como un silbido continuo.

La causa más frecuente para se produzcan estos acúfenos suele ser: o una anomalía de los vasos que se encuentran próximos al oído interno, o contracciones musculares anómalas y rítmicas (también llamadas mioclonias), o una alteración de la articulación de la mandíbula. De esta forma la causa de estos acúfenos puede ser identificada con precisión para la mayoría de ellos. Por otra parte, suele haber una alternativa terapéutica que suele solucionar el problema.


Acúfenos centrales:


El término de acúfeno central se utiliza a menudo de forma inadecuada, puesto que siempre es el cerebro el que percibe el zumbido de origen coclear. Si no fuera así el paciente no sería consciente de su acúfeno. Además, con el tiempo, el mecanismo de la vía auditiva que se pone en marcha como automático y que se encuentra fuera de control puede continuar sin necesidad de que la cóclea siga estando afectada.

Pero si se entiende por "acúfeno central" el que se ha originado en en el cerebro este tipo no representa más que un porcentaje muy pequeño de casos. En ningún caso nos referimos a las alucinaciones auditivas que pertenecen al territorio de la neurología y no al de la audición.

Dicho esto, simplemente el hecho de tomar conciencia de la percepción del acúfeno suele ser a menudo la mejor estrategia de tratamiento. En bien conocido, por ejemplo, que la percepción del acúfeno varía mucho entre individuos, y que para un mismo individuo la percepción del acúfeno aumenta mucho por un estado de ansiedad. Así, los métodos de relajación o la desviación de la atención son muy útiles

Fuente: cochlea.org