¿Que hago si mi hijo tiene tinnitus?

El tinnitus es una condición donde el paciente oye un zumbido u otro ruido que no se produce por una fuente externa. Este trastorno puede ocurrir en uno o ambos oídos, varían en tono desde muy bajo a un alto chillido, y puede ser continua o esporádica.

Esta condición generalmente debilitante se ha relacionado con lesiones de oído, problemas del sistema circulatorio, la pérdida de audición inducida por el ruido, la acumulación de cera en el canal auditivo, medicamentos perjudiciales para las infecciones del oído o de los senos paranasales, articulaciones de la mandíbula mal alineados, la cabeza, trauma en el cuello, enfermedad Ménière o un crecimiento anormal de los huesos del oído medio.


En casos raros, los tumores de crecimiento lento en el aparato auditivo vestibular, o los nervios faciales puede causar tinnitus, así como la sordera, parálisis facial, y problemas de equilibrio. La American Tinnitus Association estima que más de 50 millones de estadounidenses tienen problemas de tinnitus, hasta cierto punto, con aproximadamente 12 millones de personas que tienen síntomas lo suficientemente graves como para buscar atención médica.

Los casos de tinnitus no es poco común en los niños.

A pesar de que es tan común como en los adultos, los niños generalmente no se quejan del tinnitus. Los investigadores creen que un niño con tinnitus considera el ruido en el oído como normal, como si haya estado presente ahí desde hace mucho tiempo. Una segunda explicación es que el niño no puede distinguir entre el impacto psicológico del acúfeno y su importancia médica.

El tinnitus continuo puede ser molesto y perturbador, y en casos severos puede causar trastornos psicológicos e interferir con la capacidad de su hijo de llevar una vida normal. La buena noticia es que la mayoría de los niños con tinnitus parecen superar finalmente el síntoma. Es raro ver a un niño cargue el problema en la edad adulta. Si cree que su hijo tiene tinnitus, primeramente debe de concertar una cita con su médico de familia o pediatra.


Si el niño no tiene un problema específico con los oídos como la inflamación del oído medio con secreción espesa, entonces puede ser necesario que su niño haga consulta con un otorrinolaringólogo (especialista en oído, nariz y garganta).

Fuente: www.entnet.org