Las posturas del cuerpo juegan un papel fundamental: sentarse, el estar de pie, la forma en que se escriben mensajes textos y se habla por teléfono. La posición correcta es esencial para evitar contracciones a nivel de la columna, la postura es el fundamento del movimiento y de las funciones de todo el cuerpo.
La cabeza pesa alrededor de 10-12 libras, es importante que ella se encuentre siempre en la posición ideal y correcta para buscar una relajación del cuerpo. De acuerdo con la Asociación Americana de Terapia Física, la postura correcta promueve la eficacia en muchas áreas de la vida cotidiana.
Mascar chicle muy frecuente, masticar hielo, introducirse objetos a la boca y comerse las uñas de las manos hacen que los músculos trabajen más de lo necesario y estresan las fibras llevándolos a cierto grado de fatiga, dolor y disfunción.
Las posturas al dormir juegan un papel fundamental, especialmente si el colchón tiene más de cinco años y no es ortopédico, almohadas muy altas y aquellas personas que duermen boca abajo o de lado y sumando el hábito de bruxismo genera un efecto “twist”, la cual provoca contracción y espasmos principalmente en la zona cervical.
Defectos congénitos como escoliosis, osteosporosis, una cadera más arriba que la otra, un pie más largo que el otro, disfunción en el oído también repercuten y afectan.
La posición de los dientes al hacer ejercicio, manejar, leer, televisión u otra actividad que pareciera relajante, pero que de manera inconsciente hace que los músculos estén forzados, es importante, y se debe estar alerta que no permanezcan los dientes en contacto, pues, el único momento que pudiesen contactarse idealmente es durante la masticación, de lo contrario, no deben tocarse unos con otros.
La posición de los hombros y cabeza son importantes para que permanezcan en relajación. Siempre es bueno tomarse el tiempo necesario para un diagnóstico minucioso en las disfunciones de la articulación, buscar las causas específicas y no culpar solo al estrés y solucionar todo con una guarda, misma que debe ir acompañada de una terapia de semanas que podría extenderse hasta meses.
Fuente: laprensagrafica.com
Mascar chicle muy frecuente, masticar hielo, introducirse objetos a la boca y comerse las uñas de las manos hacen que los músculos trabajen más de lo necesario y estresan las fibras llevándolos a cierto grado de fatiga, dolor y disfunción.
Las posturas al dormir juegan un papel fundamental, especialmente si el colchón tiene más de cinco años y no es ortopédico, almohadas muy altas y aquellas personas que duermen boca abajo o de lado y sumando el hábito de bruxismo genera un efecto “twist”, la cual provoca contracción y espasmos principalmente en la zona cervical.
Defectos congénitos como escoliosis, osteosporosis, una cadera más arriba que la otra, un pie más largo que el otro, disfunción en el oído también repercuten y afectan.
La posición de los dientes al hacer ejercicio, manejar, leer, televisión u otra actividad que pareciera relajante, pero que de manera inconsciente hace que los músculos estén forzados, es importante, y se debe estar alerta que no permanezcan los dientes en contacto, pues, el único momento que pudiesen contactarse idealmente es durante la masticación, de lo contrario, no deben tocarse unos con otros.
La posición de los hombros y cabeza son importantes para que permanezcan en relajación. Siempre es bueno tomarse el tiempo necesario para un diagnóstico minucioso en las disfunciones de la articulación, buscar las causas específicas y no culpar solo al estrés y solucionar todo con una guarda, misma que debe ir acompañada de una terapia de semanas que podría extenderse hasta meses.
Fuente: laprensagrafica.com