¡¡Baja eso!! La primera frase tras levantarte de la cama un día cualquiera. Un desierto sonoro para los que rodean a estas personas, y una desvarío auditivo para los que lo padecen. ¿Cómo vivir en un concierto de rock permanente donde el interlocutor no hace más que gritar, y los músicos tocan desenfrenadamente sin sentido ninguno, sin melodía, sólo ruido, ruido, ruido,…?
La voz del hijo se vuelve inaguantable, la canción que tanto gustaba no la puede escuchar con agrado, hacer de comer es un disgusto, salir a la calle, imposible. Vivir para siempre con tapones que amortigüen la llegada de los sonidos a los oídos….
La vida diaria se puede convertir en una auténtica pesadilla. A este estrés sonoro diario, se une las consecuencias de padecer migraña, cansancio, problemas del sueño o una depresión. Todo esto puede dar lugar a que muchas personas decidan no salir de casa, no compartir nada del exterior rompiendo por tanto con una parte esencial del ser humano, su vida social.
A esta vida la han llamado Hiperacusia, se trata de una disminución de la tolerancia a sonidos habituales y naturales del ambiente. Suele estar provocada por una lesión en el nervio auditivo debido a la exposición frecuente a altos sonidos o por enfermedad, pero también puede ser consecuencia de un estrés postraumático, un shock emocional o problemas de ansiedad.
Se puede diagnosticar con un test de hipersensibilidad al sonido con un otorrinolaringólogo. La utilización de audífonos y su correcta adaptación, comenzando a utilizarlo en ambientes silenciosos, se vuelve imprescindible.
Por su parte el tratamiento con TRT (Tinnitus Retrainment Therapy) basado en una terapia de reentrenamiento a los sonidos y/o ruidos (Terapia Sonora), muestra una elevada eficacia. Se trata de una adaptación gradual a los sonidos de la naturaleza simulando el campo abierto. Esto favorece la apertura de la persona a la sociedad y a su ajuste progresivo al mundo exterior.
Asimismo la terapia cognitivo-conductual mejorará los estados de ansiedad o depresión que se pueden estar dando en estos pacientes. Cabe señalar que España es el segundo país más ruidoso detrás de Japón, lo cual puede favorecer el padecimiento de esta enfermedad. A esto hay que añadir que es más común en personas ansiosas.
Así que, retírate una vez en semana de la ciudad, respira hondo, relájate y hazte consciente de tu estado emocional, acéptalo y vívelo. Cuando tus oídos estén serenos y haya paz en tu interior, vuelve a la ciudad, y a vivir!
Fuente: psicopedia.org