"No sabía lo que me estaba pasando". Se realizó unas pruebas médicas para descartar cualquier patología, y el otorrino le diagnóstico una enfermedad minoritaria. Con un tratamiento se estabilizó durante unos años, pero al llegar a los veinticinco años su vida cambió completamente. "Sufrí sacudidas y sordera súbita, perdí de golpe el 50% de audición y tuve que permanecer un año entero en la cama con una dependencia total".
Tenía que estar en todo momento asistida por sus padres, "no me mantenía en pie". Estuvo un año luchando con la enfermedad. Recorrieron España buscando un especialista que le diera una solución e incluso fueron en Pamplona, donde le dijeron lo mismo que todos los demás, "que no tenía cura".
Ya en Huelva, fue a la consulta de Manuel González, un especialista en vértigos, "que desde el primer momento mostró interés. Era un Ménière radical y la situación complicada: una persona joven que se convirtió totalmente en dependiente". González comienza a llevar su caso, "me habla con sinceridad y se entabla una relación de confianza recíproca".
Con un tratamiento, De la Riva comienza a remontar, "es un tratamiento muy fuerte, que fue bajando paulatinamente conforme iba mejorando. "El 7 de marzo de 2013 fue mi última crisis". La joven lleva una vida prácticamente normal, es empleada pública y trabaja en la Administración de Justicia de Huelva.
Mantiene un tratamiento anticrisis, "es aconsejable". Explica que "hay días de inestabilidad y acúfenos" pero intentas "llevar tu vida más o menos". Los días de inestabilidad "reduces tu actividad e intentas remontar", el síndrome está ahí pero ella lo ha integrado a su vida.
Subraya que siente que tiene la obligación moral de ayudar a otras personas que están empezando con la enfermedad y no lo asimila, de ahí que junto a un grupo de personas afectadas haya decidido crear la Asociación Síndrome de Ménière España (Asmes). "Esta enfermedad es difícil de llevar, la persona está limitada, algunas han perdido su trabajo y la situación se complica si son cabezas de familia".
Apunta que es importante que se diagnostique a tiempo. Señala que puede ser unilateral, que sólo afecte un oído "y entonces hay mayor margen de tratamiento", o bilateral, "en el que todo se complica". En su caso "se convirtió en bilateral en seis meses".
En cuanto a las causas de la enfermedad, comenta que en el Centro de Investigación Genómica y Otoneurología, GENyO, de Granada, hay una línea de investigación que es el Ménière Familiar, "hay sospechas de que pueda tener contenido genético". De la Riva tiene una tía que "tiene crisis parecidas, aunque no está diagnosticada como tal".
Fuente: huelvainformacion.es, imagen ilustrativa, Publicado: 17 de octubre, 2016