Aproximadamente 10.000 jóvenes participaron en una encuesta online realizada en la página web de la MTV. Solamente un 8 por ciento consideraba a la pérdida de audición como un problema serio, mientras que el 18 por ciento opinaba que el acne era el problema más importante, y un 45 por ciento consideraba que el tabaco era el problema más serio.
El tema de la audición esta prácticamente fuera del punto de mira de los jóvenes", comenta el Dr. Roland Eavey de la Escuela de Medicina de Harvard, responsable principal del estudio, aforbes.comPocos usan tapones para los oídos
Aunque un par de tapones para los oídos pueden marcar la diferencia al acudir a un concierto, pub u otro lugar con música demasiado alta, solamente una minoría de jóvenes decide usarlos, a pesar de que la música demasiado alta puede dañar la capacidad auditiva para el resto de sus vidas.
Sólo un 14 por ciento ha intentado protegerse los oídos en lugares de ruido extremo, a pesar de que el 61 por ciento ha experimentado problemas auditivos tras acudir a un concierto, y el 43 por ciento informaba haber tenido problemas de audición tras ir a la discoteca y a pubs.
"Tenemos que encontrar la manera de hacer ver a los jóvenes que pueden salir de marcha - y a la vez mantener intacta su audición", explica el Dr. David L. Katz del Centro de Investigación de Prevención de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale.
Falta de concienciación
Según explican los jóvenes en esta encuesta, el escaso uso de tapones para los oídos se debe a su falta de concienciación de los peligros que existen para la audición, del ruido y la música demasiado alta. Dos de cada tres jóvenes afirmaban que hubieran utilizado tapones para los oídos si hubieran sabido el riesgo que corrían.
En general, los jóvenes saben muy poco de la audición y de la pérdida auditiva. El 16 por ciento afirmaba que ya había oído hablar de la pérdida de audición antes de la encuesta de la MTV, y tan sólo el 9 por ciento comentaba que había oído algo del tema en la escuela.
Fuentes: www.hear-it.org, Pediatrics vol. 115, www.forbes.com