Según los científicos belgas de este descubrimiento, los tres genes influyen en la formación de potasio en el oído interno. El potasio es crucial para la audición.
Este hallazgo podría revolucionar el modo en que esta forma común de pérdida de audición puede prevenirse y tratarse en el futuro,” dice el Doctor Ralph Holme, del Real Instituto Británico de los Sordos, RNID, que financió la investigación.Más de 1000 hombres, los cuales habían estado expuestos a elevados niveles de ruido en el trabajo, formaron parte de este estudio. Cerca del 80 por ciento había estado sometido diariamente a ruido durante al menos 20 años.
Análisis de los genes
El análisis de los genes del 10 por ciento de los hombres con mayor susceptibilidad a daños auditivos y el mismo número de aquellos más resistentes supuso notables hallazgos.
“Se encontraron diferencias significativas entre los trabajadores más sensibles y los más resistentes en la secuencia de tres genes, KCNE1, KCNQ1 y KCNQ4. Un estudio adicional sobre el KCNE1 mostró la versión del gen relacionada con el aumento de riesgo por ruido, que hace que el canal codificador de iones se abra más rápidamente que la versión normal,” explica el jefe de la investigación, el profesor Van Camp de la Universidad de Antwerp en un comunicado.
Las personas con este defecto genético son más vulnerables a los entornos ruidosos y más propensos a sufrir daños auditivos. El RNID estima que cerca de un millón de británicos corren el riesgo o ya están padeciendo pérdida de audición debido al excesivo ruido.
Fuentes: hear-it.org, Reuters Health, www.reutershealth.com