De esta manera el ruido afecta a los animales

El ruido no solo afecta a los seres humanos. El ruido generado por la civilización también afecta a los animales y puede llegar a modificar su comportamiento natural.

A lo largo de los años la audición de los animales se ha adaptado a los sonidos naturales de su entorno para poder distinguir los ruidos relevantes de los que no lo son. Sin embargo, el ruido generado por nuestra civilización, que ha aumentado considerablemente durante las últimas décadas, ha tenido repercusiones en el mundo animales.


En particular, los animales marinos han sido los más afectados al encontrar dificultades para comunicarse debido al ruido de las plataformas petrolíferas, los barcos y las investigaciones sísmicas.

El canto de las ballenas

Varios estudios han revelado que el canto de las ballenas se ha visto afectado. Por ejemplo, la ballena franca austral y la ballena franca del Atlántico Norte tenían que emitir sonidos mucho más potentes para comunicarse en entornos ruidosos.

Por otro lado, el rorcual azul (ballena azul) emitía sonidos con mayor frecuencia de lo habitual en entornos donde se hacían exploraciones sísmicas. Según los investigadores, el canto que emiten las ballenas para mantener el contacto social ha sufrido un cambio de comportamiento.

Asimismo, se ha detectado pérdida de audición en delfines, cuya posible causa es el ruido generado por la civilización. La pérdida de audición se encontró en la mitad de la población de delfines varados en las costas americanas.

El canto de los pájaros

De la misma forma, los investigadores han descubierto una correlación entre el canto de los pájaros y el ruido inducido por los seres humanos, aunque no se ha podido detectar una pérdida de audición.



Entre los petirrojos, por ejemplo, se observó que preferían cantar durante la noche en áreas donde existía mucho ruido diurno. Otras especies también modificaban su comportamiento al cantar en entornos ruidosos.

Distracción por ruido

En un experimento con pinzones vulgares, se descubrió que el ruido distraía a los pájaros para poder buscar alimentos, ya que estaban siempre alerta de posibles depredadores. En conclusión, el pinzón vulgar tenía dificultades para encontrar suficiente comida en entornos ruidosos.

Fuentes: www.hear-it.org, www.videnskab.dk