Este descubrimiento podría algún día ser beneficioso para niños con trastornos del procesamiento auditivo.
Un equipo de investigadores de China y Estados Unidos ha conseguido entrenar a ratones jóvenes para discriminar mejor entre los sonidos relevantes y el ruido de fondo. Los investigadores utilizaron un entrenamiento conductivo intensivo, premiando a los ratones que reaccionaban ante ciertos sonidos.
Se demostraron los efectos en el cerebro de los ratones y se descubrió que duraban al menos dos meses después de que el entrenamiento hubiera cesado. En algunos casos los ratones con pérdida de audición inducida por ruido recuperaron la audición por completo.
Este experimento demuestra que el entrenamiento puede influir en los procesos cerebrales relacionados con la audición. Esto podría conducirnos al desarrollo de técnicas para mejorar la capacidad humana de discriminar sonidos.
Los investigadores consideran que algún día esta técnica podría ser beneficiosa para los niños con trastornos del procesamiento auditivo.
Fuentes: www.hear-it.org, www.nature.com; Reuters
