Fin de año, época de estrés y ansiedad que puede llegar a causar acúfenos

Un alto porcentaje de los adultos experimentan estrés y ansiedad durante los días de las fiestas de fin de año. Como consecuencia pueden llegar a sufrir problemas auditivos como los acúfenos. 

Los acúfenos, también conocidos como Tinnitus o ruidos de oído pueden aparecer como consecuencia del estrés, la ansiedad o el cansancio tan comunes en esta época, por la sobreexposición a ruidos de alta intensidad, infecciones de oído o el consumo de fármacos ototóxicos.


Las compras de última hora, los banquetes o un mayor gasto económico, unidos a la falta de ejercicio o los excesos de comida hacen de estos días una fuente de riesgo para el estrés especialmente en las mujeres. Para evitar el desarrollo de las enfermedades auditivas derivadas o incluso su agravamiento es muy recomendable, según algunos expertos, tomarse un descanso siempre que se pueda, eliminar el consumo de estimulantes del sistema nervioso como el café o el tabaco y controlar la hipertensión.

Aunque no todo el mundo lo sufrirá en la misma intensidad ni lo percibirán del mismo modo, cualquier persona es un potencial paciente de este tipo de trastornos de audición. Algunos lo definen como una molestia que interfiere en algunos aspectos de la vida cotidiana, mientras que otros, los tienen tan presente y en tanta intensidad que incluso llega a producirles dolor.

Un diagnóstico y tratamiento tardío de los acúfenos puede suponer que una molestia leve acabe convirtiéndose en un problema grave. El 75% de los habitantes de las grandes ciudades, padecen o padecerán a lo largo de su vida algún grado de pérdida en su audición.

Una de las causas es que en un alto porcentaje de los pacientes de este trastorno, las células responsables de activar la acción auditiva dejan de llevar a cabo la función que les corresponde para producir el acúfeno. En estos casos lo más recomendable es acudir a un especialista tan pronto como se perciban los primeros síntomas, como dolencias, molestias, zumbidos o pitidos.

Por otro lado, si bien es cierto que las personas sometidas a altos niveles de estrés tienen más posibilidades de llegar a sufrir este tipo de patologías, hay que sumarle que sentir constantemente sonidos, zumbidos o sensación de vacío en el oído acaba por provocarles una cantidad mayor de ansiedad, convirtiéndose en la pescadilla que se muerde la cola. Esto ocurre por que se produce tensión en los músculos faciales y los de masticación haciendo rechinar los dientes y tensar la boca, por la noche aumenta produciendo una presión interna que tapona los oídos.


Para resolver esta patología es aconsejable utilizar técnicas de comportamiento entre las que se encuentran los métodos tradicionales de relajación como el yoga o estiramientos musculares que rebajen la tensión y contracturas de la zona superior de la espalda, que pueden tener una relación directa con la formación de acúfenos. 

Una de las técnicas que aplican los especialistas es el biofeedback, que consigue visualizar en tiempo real los procesos que activan o desactivan el sistema nervioso. Es importante recordar que el hecho de hacer más caso a los sonidos que oyes retroalimenta la ansiedad y por consiguiente aumenta los síntomas.

Fuente: www.periodistadigital.com, Publicado 27 de diciembre 2016