¿Que es la hiperacusia?

La hiperacusia es un trastorno auditivo debido a un problema en el centro del procesamiento auditivo a nivel cerebral. 

A menudo, da lugar a dolor y molestia auditiva. Las personas con hiperacusia tienen dificultad en tolerar sonidos que no parecen fuertes para otras personas, tales como el ruido procedente de un lavado, subir a un coche, caminar sobre hojas de árboles, ruido del lavavajillas, arrugar papeles.


Aunque todos los sonidos pueden ser percibidos como fuertes, los de frecuencia aguda son en particular los más molestos. La hiperacusia puede conducir a un aislamiento social, fonofobia (miedo a los ruidos normales) y depresión.

La hiperacusia puede ser definida como una disminución de la tolerancia a sonidos habituales y naturales del ambiente. Pero técnicamente hablando, la hiperacusia es la pérdida del rango dinámico del oído, entendido este último como la habilidad del sistema auditivo de manejar elevaciones rápidas del volumen del sonido.

Así pues, la hiperacusia es un trastorno que hace que los sonidos habituales sean percibidos de forma estrepitosa y con frecuencia dolorosa, tanto que ni los tapones de oídos alivian el sufrimiento. La hiperacusia está fuertemente asociada con acúfenos un trastorno auditivo que comúnmente se denomina “zumbidos en los oídos”.

Los pacientes que padecen de hiperacusia pueden tener al mismo tiempo acúfenos, la hiperacusia puede ser el precursor de acúfenos. Si ambos ocurren al mismo tiempo, siempre se debe tratar en primer lugar la hiperacusia.

Muchas personas experimentan sensibilidad al sonido, pero la verdadera hiperacusia es rara, afecta alrededor de uno por cada 5º. Lenta o repentinamente el paciente se encuentra ante la situación de que los sonidos de todos los días se vuelven muy intensos e incluso intolerables.


Cuestionario hipersensibilidad

Nunca: cero puntos
En ocasiones: 1 punto
Con frecuencia: 2 puntos
Siempre: 3 puntos.

Su grado de incapacidad viene determinado por la suma total de todas las respuestas y equivale a un valor comprendido entre 0 (sin incapacidad), hasta 45 (incapacidad total). Los grados de incapacidad se fijan siguiendo la siguiente escala: 0-10: incapacidad leve; de 11 a 17: incapacidad moderada; de 18 a 25: incapacidad severa y de 26 a 45 incapacidad grave.

Tratamiento 

El uso de generadores de sonido, o de grabaciones sonoras, en particular combinaciones de sonidos da bandas amplias ayuda a muchos pacientes, particularmente utilizando niveles de sonido al mínimo de la audibilidad, durante lapsos de tiempo diario que progresivamente se van incrementando hasta desensibilizar al oído y retornar a una tolerancia normal al sonido.

El tratar el estrés yuxtapuesto o concomitante y también mejorar los trastornos del sueño y contribuyen a mejorar la hiperacusia.

Los tapones agravan el problema 

El uso de tapones no sólo no soluciona el problema, sino que puede empeorarlo, ya que al privar al sistema auditivo de sonidos de forma regular, los oídos tratan de compensar este silencio amplificando la audición de los sonidos más débiles. Ello hace que los oídos se vuelvan cada vez más sensibles.

Más que a la evitación del sonido, los pacientes hiperacúsicos reaccionan favorablemente a la reintroducción paulatina de ruidos en niveles apenas por debajo de su nivel de tolerancia acústica.

Este método reeduca al sistema nervioso del paciente para que no eleve o amplifique el volumen del sonido. Para desensibilizar a los pacientes respecto de las señales acústicas, se emplean sonidos de determinadas frecuencias, que suenan como la estática entre las distintas estaciones de una radio de FM o como la rompiente de las olas del mar, entre otros.

Hay hiperacúsicos que se han recobrado totalmente o que al menos pueden volver a desarrollar su vida normal, pero deberán evitar siempre exponerse a los extremos acústicos, ya que pueden seguir siendo sensibles a ciertos sonidos o frecuencias. Pese a sus limitaciones, la terapia desensibilizadota ofrece a los hiperacúsicos una esperanza y puede acompañarse con la administración de fármacos antidepresivos y contra la ansiedad, para ayudar a los pacientes a que enfrenten el extraordinario estrés que les produce su hipersensibilidad auditiva

Tratamiento general de pacientes con hiperacusia 

No existe ningún específico tratamiento quirúrgico o médico para la hiperacusia. Sin embargo, la terapia sonora puede ser utilizada para “reentrenar” el centro de procesamiento auditivo central del cerebro para aceptar los sonidos de cada día.

Ello comprende el uso de aparatos generadores de ruido que se utilizan en el oído afectado o en ambos. Para aquellas personas que sufren de hiperacusia les puede parecer molesto el colocar el sonido directamente en sus oídos, pero el aparato produce un sonido de tipo estático (ruido blanco) que es apenas audible. La duración de la terapia sonora puede ser de unos 12 meses, y en general mejora la tolerancia sonora.


Muchos tratamientos se han ensayado para la hiperacusia, uno que ha recibido criticas y respaldo es el de proteger al oído con tapones o auriculares. Los tapones auditivos privan al sistema auditivo del sonido, con lo que los oídos tratan de compensar amplificando los sonidos débiles y progresivamente se van volviendo más y más hipersensitivos al sonido.

Desensibilización al sonido 

Este tratamiento incluye oír sonidos en el límite del nivel de intolerancia por algunas horas al día, luego de cierto tiempo la tolerancia al sonido se restablece  lo que logra que el sonido ambiente no cause más disconfort y dolor. La respuesta al tratamiento es individual y algunos obtienen beneficios en poco tiempo mientras que a otros les toma entre 1 y 2 años lograr éxito.

Para la terapia de desensibilización al sonido se utilizan básicamente distintos generadores de ruido blanco (que suena parecido al ruido de estática entre dos estaciones de radio FM). Puede usarse también ruido rosa, (similar al sonido del mar)

Fuente: www.centrodelaudifono.es, imagen de www.pixabay.com