El mecanismo de la pérdida de audición hereditaria al descubierto

Un mayor entendimiento del oído interno puede derivar en mejores tratamientos en el futuro. Un equipo de investigadores ha realizado un importante descubrimiento. 

Los hallazgos de este descubrimiento podrían explicar mejor ciertos tipos de pérdida de audición hereditaria en los seres humanos.

Se ha descubierto que un tipo de proteínas de las células ciliadas del oído interno son fundamentales para que el oído sea capaz de detectar los sonidos. Asimismo, los investigadores han descubierto que las mutaciones en estas proteínas están asociadas a ciertos tipos de pérdida de audición hereditaria en el ser humano.


Estos hallazgos aportan un mayor entendimiento del mecanismo del oído interno y podrían derivar en mejores tratamientos en relación con la pérdida de audición hereditaria en el futuro.

“Estereocilios” en forma de pincel

Para que el ser humano pueda oír, las vibraciones inducidas por el sonido se transforman en impulsos eléctricos gracias a las células ciliadas que se encuentran en el oído interno. En la superficie de estas células ciliadas, existen unas proyecciones de vellosidades microscópicas, llamadas estereocilios, que son las que detectan las vibraciones.

Los estereocilios se componen de unas proteínas que controlan la división celular de las células ciliadas y tienen forma de pincel en V.  Las proteínas de los estereocilios definen la posición exacta de estas prolongaciones y su formación en V. Las mutaciones en estas proteínas se asocian a diversos tipos de pérdida de audición hereditaria en los seres humanos.


Sobre el estudio

El estudio fue realizado por un equipo de investigadores del Instituto de Investigaciones Clínicas de Montreal, IRCM (siglas en francés), y se publicó en la revista científica online Development Cell.

Los investigadores han descubierto que las proteínas de los estereocilios del oído interno juegan un papel principal en el sistema auditivo, lo que aporta un mayor entendimiento de la pérdida de audición hereditaria.

Fuentes: http://www.hear-it.org, www.medicalexpress.com