El término hipoacusia neurosensorial describe dos problemas diferentes: pérdida sensorial que atañe al oído interno y pérdida neural que atañe al nervio auditivo.
Hace años, a la hipoacusia neurosensorial se la llamaba “sordera nerviosa”. Ahora sabemos que, en la mayoría de los casos, el problema procede del oído interno, no del nervio auditivo. Sin embargo, continuamos agrupando ambos problemas, ya que el oído interno y el nervio auditivo están conectados y tienen que trabajar juntos.
Esta es otra razón por la que se debe tratar inmediatamente la hipoacusia: los componentes neurales ‘del final’ del sistema auditivo necesitan la aportación de los componentes sensoriales ‘del principio’ para poder crecer y permanecer sanos.
¿Cuáles son las causas?
Las causas de la hipoacusia neurosensorial son diversas, pero en general se pueden clasificar en dos categorías: congénita y adquirida.
La hipoacusia congénita está presente desde el nacimiento y constituye el problema más frecuente en bebés recién nacidos. Puede ser heredada o estar causada por un desarrollo anormal en las etapas de gestación del feto. Antes de que se desarrollara la vacuna, la rubeola padecida por la madre era una causa común de hipoacusia congénita.
La hipoacusia adquirida, que sucede después del nacimiento, puede estar causada por numerosos factores. Entre ellos están el traumatismo, la presbiacusia (pérdida de audición a medida que se envejece), la exposición a ruido de maquinaria o armas de fuego, el síndrome de Meniere y la meningitis.
Los medicamentos ototóxicos (que dañan el oído aunque puedan ser necesarios para tratar algunas enfermedades mortales) también pueden desencadenar una hipoacusia. Un tumor en el nervio auditivo puede provocar una hipoacusia neural, no tan frecuente.
¿Cuáles son los síntomas?
Si la padece en ambos oídos, la hipoacusia neurosensorial implicará que usted tendrá dificultades para entender el habla, incluso cuando ésta suena lo suficientemente alta. Si la padece en un solo oído, puede que tenga problemas para localizar de donde provienen los sonidos o para oír con ruido de fondo.
¿Qué tratamientos existen?
El tratamiento de la hipoacusia neurosensorial varía dependiendo de la severidad de la misma y de si usted la padece en uno o en ambos oídos.
Dos oídos
Las prótesis auditivas pueden ayudar a la mayoría de las personas que padecen hipoacusia neurosensorial de leve a moderada en ambos oídos. Para hipoacusias más severas, simplemente las prótesis auditivas a veces no ayudan lo suficiente. Esto se debe a que la hipoacusia neurosensorial distorsiona los sonidos.
Al amplificar los sonidos por medio de prótesis auditivas estos suenan más altos, pero no necesariamente más claros. Incluso las prótesis auditivas de buena calidad pueden sonar distorsionadas si el oído interno presenta daños graves.
Si usted padece hipoacusia de severa a profunda y las prótesis auditivas ya no le sirven, puede que quiera informarse más sobre los implantes cocleares. Un implante coclear es un dispositivo electrónico que se implanta mediante una intervención quirúrgica y que elude la parte interna dañada del oído estimulando directamente el nervio auditivo. A diferencia de las prótesis auditivas, que solo amplifican el sonido, los implantes cocleares convierten las ondas sonoras en impulsos eléctricos imitando a la audición natural.
Un oído
Si usted tiene hipoacusia neurosensorial entre leve y severa en un oído, una prótesis auditiva convencional es la opción de tratamiento más común. Sin embargo, dado que las prótesis auditivas requieren un cierto grado de audición residual, no pueden ayudarle en el caso de una hipoacusia profunda.
Artículo original de: Cochlear®: http://www.cochlear.com/wps/wcm/connect/es/home/understand/hearing-and-hl/what-is-hearing-loss-/types-of-hl/sensorineural-hearing-loss