En agosto de 2016, Carly Syngrove experimentó una pérdida de audición súbita. Por desgracia, no pidió cita con su médico hasta una semana después, tras comprobar que su audición no se había recuperado.
Si hubiera reaccionado de forma más rápida podría haber tenido la oportunidad de recuperar parte de su audición. Por tanto, el consejo de Carly para otros es muy claro: acuda al médico de inmediato si nota una pérdida de audición súbita.
Carly Sygrove, británica de 35 años, vive en Madrid (España). El 29 de agosto de 2016 acudió a un auditorio a oír una presentación y oyó un chillido salido de la nada que llenó su oído de presión. Aunque empezó a sentirse desorientada, intentó actuar de forma normal y charlar con su compañera a su izquierda. Carly podía ver que su compañera estaba hablándole, pero no podía oír nada de lo que decía, según explica.
Aceptar la pérdida de audición
Los primeros días desde que Carly sintió la pérdida de audición súbita intentó seguir su vida normal, pero le costaba. Era difícil seguir trabajando como maestra de primaria de los niños más pequeños. Además, dice que el nivel de volumen en su clase era muy difícil de tolerar y no podía oír lo que los niños le decían entre el ruido de fondo.
No fue hasta el 18º día de su pérdida de audición cuando Carly acudió a un especialista que examinó su audición y la envió de forma inmediata al hospital local. Permaneció una semana en el hospital, donde la trataron con corticoesteroides por vía intravenosa.
Después de que le dieran el alta, siguió tomando los esteroides en forma de tableta las siguientes cuatro semanas. También se aplicó cuatro inyecciones de esteroides intratimpánicos directamente en el tímpano. Con el tiempo, el vértigo se atenuó. Sin embargo, tras recibir estos tratamientos, Carly dice que seguía sin haber una mejora en su audición.
Vivir con los efectos de la pérdida de audición súbita
Hoy en día, la audición de Carly afecta a su vida diaria de diversas formas. Suele estar exhausta, a veces siente mareos y es sensible a ruidos fuertes que llenan su cabeza de presión. Como solo tiene audición normal en un oído, Carly no puede distinguir de dónde proceden los sonidos.
Expone que esto quiere decir que a veces oye alguna música o sonido, pero no sabe dónde mirar para ver qué es lo que ha producido el sonido. Además, tiene tinnitus continuo en su oído sordo, y le cuesta socializar:
Como no puedo oír bien con ruido de fondo, esto hace que socializar en restaurantes o bares sea muy difícil e incómodo. He aprendido a sentarme en una esquina con mi oído bueno mirando a la persona con la que estoy hablando, para poder tener la oportunidad de oír sus respuestas en una conversación”, explica Carly.Como Carly tiene dificultades para filtrar el ruido de fondo y es sensible a los ruidos altos, no puede retomar su trabajo como maestra. Por tanto, Carly trabaja actualmente como profesora ayudante a tiempo parcial, que es más manejable para ella, para pasar menos tiempo en una clase ruidosa.
Comparte sus experiencias
Debido a sus experiencias, Carly ha aprendido que es muy importante acudir a un médico inmediatamente si se nota una pérdida de audición. Carly también recomienda contactar con personas que hayan tenido experiencias similares y encontrar apoyo en internet a través de páginas web y blogs. Para ayudar a otros, Carly ha creado su propio blog donde comparte sus experiencias con la pérdida de audición súbita. Puede encontrar el blog de Carly aquí: https://myhearinglossstory.wordpress.com/
Fuente: https://www.hear-it.org
