También han comprobado que al reducir la ansiedad y la depresión, se reduce el impacto de los acúfenos. También se ha utilizado internet para realizar screening de patología psiquiátrica en pacientes con acúfenos. Esto nos puede servir solamente como indicio, ya que el diagnóstico certero se realizará en la consulta.
Los resultados que se obtuvieron en orden decreciente fueron: 83% de trastornos obsesivos-compulsivos, 83% de fobia específica, 69% de depresión, 67% de fobia social, 60% de trastornos de ansiedad generalizada, 2% en alcoholismo y 0% en drogodependencia.
El paciente con acúfenos se queja también de síntomas no otológicos y en acúfenos y audición normal predominan los trastornos de ansiedad. La depresión, por sí misma, puede dar síntomas en el campo otorrinolaringológico como la cefalea, dolor facial, disfagia, sensaciones de quemazón lingual, vértigo, trastornos respiratorios y de voz, así como acúfenos. El suicidio se ha encontrado estar más elevado en pacientes con acúfenos.
Fuente: Ponencia Oficial XXIV Congreso de la Sociedad Andaluza de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial, Acúfenos como señal de malestar