Los vértigos, que afectan al 30 por ciento de la población en algún momento, son una sensación ilusoria que vienen acompañados de sudor, nauseas y vómitos. Dentro de ellos se diferencian entre el vértigo periférico, que es el que se produce por lesión del laberinto u oído interno, y el vértigo central, cuando la lesión que lo provoca está en el sistema nervioso central.
Muchas enfermedades del oído pueden producir vértigos en algún momento de su evolución como la otitis, tapón de cerumen o la otosclerosis. Pero existen otras enfermedades del oído interno en las que el vértigo es el síntoma fundamental, como son: la enfermedad de Ménière, el vértigo posicional paroxístico benigno y la neuronitis vestibular.
La enfermedad de Ménière es una patología crónica producida por exceso del el líquido que rellena las cavidades del laberinto membranoso del oído interno. Además de incidir de forma mayoritaria en mujeres que en hombres "la edad de comienzo suele situarse entre los 30 y los 50 años, siendo infrecuente encontrar casos por debajo de los 20 años y por encima de los 70", ha señalado Royo.
Según el experto "para diagnosticar esta enfermedad es necesario hacer una buena historia clínica, que nos permitirá enfocar el diagnóstico por la sintomatología".Entre los principales síntomas se encuentra la pérdida auditiva de tipo perceptivo o neurosensorial fluctuante que empeora en las crisis y que suele afectar más a frecuencias graves, los acúfenos y el vértigo recurrente.
En esta misma línea, el VPPB es una crisis de escasa duración desencadenada por un cambio de posición. De hecho, es la causa más frecuente de oído representando el 35 por ciento de los vértigos de origen periférico. Además de tener una mayor incidencia en las personas mayores de 60 años, "más frecuente entre las mujeres", la cifra en esta franja de edad asciende hasta un 50 por ciento.
Por otro lado, la neuronitis vestibular es un "tipo de vértigo afecta por igual a hombres y mujeres y su incidencia máxima se sitúa entre los 40-50 años de edad", ha asegurado Royo.
Esta patología se caracteriza por una crisis intensa y súbita de vértigo rotatorio, con grandes manifestaciones vegetativas y sin alteración de la audición ni acúfenos.
GAES ha lanzado una serie de cinco consejos para prevenir los vértigos: evitar la aparición de otitis o tapones de cerumen, manteniendo las orejas limpias y secas y protegiéndonos del frío y las corrientes de aire, también hay que someterse periódicamente a una revisión auditiva e incluso ocular.
A su vez, desde la compañía recomiendan apostar por una alimentación sana y evitar el tabaco y la cafeína, mantener una buena postura corporal, y disminuir el consumo de los medicamentos ototóxicos.
Fuente: http://www.lainformacion.com, POR EUROPA PRESS, Publicado Dom/30/Julio/2017