La meditación oriental se basa en la psicología Budista y la meditación occidental en Jungian, relajación de Benson, psicología transpersonal y mindfulness.
Los efectos clínicos de la meditación abarcan un amplio espectro de síntomas y síndromes físicos y psicológicos, incluyendo la reducción de la ansiedad, dolor y depresión, aumento del buen humor y la autoestima, así como la reducción del estrés.
La meditación también se ha estudiado en la fibromialgia, cáncer, hipertensión y psoriasis. La meditación puede mejorar cualquier enfermedad crónica y puede servir como estrategia de prevención primaria, secundaria y/o terciaria.
En acúfenos crónicos el tratamiento de mindfulness conjuntamente con la terapia cognitiva-conductual ha resultado muy positiva en pacientes con acúfenos.
Fuente: Ponencia Oficial XXIV Congreso de la Sociedad Andaluza de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial, Acúfenos como señal de malestar